22 de julio de 2020, sus señorías toman asiento. Entra al hemiciclo el Presidente del Gobierno con mascarilla. La bancada socialista en pie le aplaude. Meritxell Batet, presidenta del congreso, toma la palabra. Comienza la última sesión de control del curso político al gobierno.
Se inicia la sesión con una pregunta formulada por el líder de la oposición, Pablo Casado, a Pedro Sánchez. El Popular le exige una valoración sobre la situación que atraviesan los españoles. El presidente resalta los acuerdos alcanzados con la Unión Europea calificándolos de “históricos.” Asimismo, Sánchez le reprocha no haber aportado nada positivo para España a la hora de alcanzar dichos acuerdos.
El siguiente diputado en tomar la palabra, Edmundo Bal, siguiendo el hilo de la anterior pregunta, pide una valoración de la evolución de la pandemia y, la respuesta dada a nivel, tanto nacional como europeo. El portavoz adjunto de Ciudadanos insiste en la reforma que necesita España en coordinación con las comunidades autónomas alejada de nacionalismos y populismos. La intervención de Bal finaliza con un contundente “no se equivoque y tome el camino correcto.”
La última cuestión formulada al presidente vino de la mano de Aitor Esteban, portavoz del PNV. Esta trataba sobre la relación bilateral entre el Estado y la Comunidad Autónoma del País Vasco y el retraso de la convocatoria de la Comisión Mixta del Concierto Económico. Pedro Sánchez manifestó que se va a seguir manteniendo la hoja de ruta pactada en la investidura, además de resaltar la importancia de los pactos entre el PNV y PSOE a lo largo de la centenaria historia de ambos partidos.
Dentro de los momentos más destacables de la sesión cabe señalar la referencia de Cayetana Álvarez de Toledo a las palabras del vicepresidente del gobierno catalán, Pere Aragonès, cuando este afirmó que la monarquía Borbónica era “una organización criminal.” Siguiendo con las interpelaciones a la monarquía, el diputado de EH Bildu Jon Iñarritu, comparó el escándalo del rey emérito con una serie de Netflix.
Otras cuestiones comentadas fueron el caso Dina, la desconfianza en Europa, el descontrol de los rebrotes o el espionaje político que reprochó Gabriel Rufián al ministro del interior Fernando Grande-Marlaska.
Tras los rifirrafes de sus señorías y distintas votaciones, Meritxell Batet dio por finalizada la sesión. Termina uno de los cursos políticos más convulsos de los últimos años. El pasado agosto la información política se centró en la crisis del Open Arms, los casos de listeriosis y los devastadores incendios ocurridos en Gran Canaria. Este año se puede adelantar que el COVID-19 seguirá abriendo muchos de los informativos, no obstante, esperemos que a esto no le sigan más noticias negativas.