Spike Lee es uno uno de los directores estadounidenses más influyentes y revindicativos de los últimos años. Pese a tener una filmografía irregular, sus películas tienen un claro componente político contra el racismo y una mirada diferente sobre la población afroamericana. Con una de sus primeras películas, Haz lo que debas, marcó un antes y un después en el cine afroamericano abriendo las puertas a otros directores. Entre sus cintas más reconocidas están La Última Noche, Malcom X e Infiltrado en el KKKlan, por la que ganó el Óscar a mejor guion adaptado hace dos años.
En plenas protestas contra el racismo en Estados Unidos, estrena de la mano de Netflix, con quien colaboró en la serie Nola Darling, una nueva película con un grupo de ex soldados afroamericanos de la Guerra de Vietnam como protagonistas, que regresan al país asiático en busca de los restos de su compañero fallecido en el conflicto y de un tesoro que encontraron.
Estamos ante una película coral con Delroy Lindo (The Good Fight), Clarke Peters (Treme), Norm Lewis (Scandal) e Isiah Whitlock Jr. (The Wire) dando vida a los cuatro protagonistas. Completan el nutrido reparto Chadwick Boseman (Black Panther) que da vida a Norman, el compañero abatido en Vietnam, Jean Reno (El Profesional) y Jonathan Majors (The last black man in San Francisco).
Una mezcla que no sale del todo bien
La película va desde una comedia de amigotes hasta una cinta de acción con un poco más de sangre de la cuenta. Spike Lee va combinando los géneros a medida que avanza la película, pero no consigue compaginarlos de una manera efectiva.
La tragicomedia gana terreno en la primera mitad de la cinta, alternando la visita de los protagonistas a la moderna Vietnam en busca de su amigo y el oro, con diversos flashbacks ambientados en la guerra (con una fotografía específica bien lograda) donde vemos la camaradería entre ellos, además de conocer al personaje de Norman. Esta parte aunque sea larga, consigue llevarnos de la mano y está lograda de una manera notable.
El problema llega cuando la película rompe y se convierte en una cinta de supervivencia, de acción e incluso sangrienta. Las tramas que apenas se habían desarrollado se pierden y el guion empieza a dar tumbos, para casi convertirse en una cinta de serie B.
La excesiva duración, de 2 horas y media, no ayuda al espectador, que se confunde entre el poco casamiento de los géneros y los giros de trama predecibles y poco fructíferos. La película empieza a hacer aguas y Lee tampoco consigue realzarla con su dirección que apenas destaca.
Confía todo el material al carisma y buen hacer de sus actores, cuyas tramas personales no están desarrolladas del todo y no logran empatizar con el espectador, excepto el personaje Paul, encarnado por un estupendo Delroy Lindo que se come cada escena y logra que sigamos atentos para conocer el drama de este excombatiente con trastorno de estrés postraumático y votante de Trump.
Un subtexto histórico y revindicativo
Como viene siendo habitual en el cine de Lee, la película está plagada de referencias históricas a personajes poco conocidos de la historia afroamericana. Además el mensaje antibelicista está omnipresente en todo el metraje, desde sus espectaculares títulos de crédito, donde Lee hace una radiografía del conflicto social que supuso la Guerra de Vietnam.
Los diálogos están llenos de referencias, aunque llega un momento en que al querer abarcar demasiado se acaba diluyendo. Aunque el final, al igual que en Infiltrado en el KKKlan, consigue volver a hilar con la triste realidad que sigue padeciendo la comunidad afroamericana en Estados Unidos.
Estas buenas intenciones y el poder de su mensaje, en especial en el personaje de Norman, hace que la película sea algo más que un propósito fallido de mezcla de géneros, pero da un poco de pena que Lee no haya conseguido contar mejor la historia con algo menos de metraje.
En resumen, Da 5 Bloods es una irregular película que consigue salvar del hartazgo del espectador, ante su duración y mezcla de géneros, un contundente mensaje antirracista y antibelicista junto con un reparto solvente acompañado de una notable fotografía de Newton Thomas Sigel. Habrá que ver sus opciones de premios en esta irregular carrera marcada por la pandemia, donde podría tener un gran empuje debido a las protestas antiracistas desencadenadas en Estados Unidos por la muerte de George Floyd.
Nota: 6/10.
Lo mejor: La interpretación de Delroy Lindo y el subtexto de la película.
Lo peor: La excesiva duración y la descafeinada mezcla de géneros que hace que el mensaje pierda fuerza.