Rafa Romera llegó al casting de Operación Triunfo de manera fortuita: iba de acompañante y acabó como concursante. Pensó que su estilo de música no iba a encajar en un concurso como ese y que se iba a quedar a las puertas de entrar en lo que sería la oportunidad de su vida. El huracán de emociones estaba a punto de llegar.
LA HUMILDAD EN ARTISTA
“Aprecias las cosas cuando las pierdes y no cuando las tienes”.
El confinamiento ha afectado a todo el mundo por igual, pero Rafa ya ha afirmado que vivir en la Academia no es igual que estar ante una pandemia mundial. Allí la vida era un no parar y el cordobés no ha parado en su casa pero de pensar, cosa que ha explicado como “algo nada bueno cuando se hace en cantidad”.
Este cantante es esa persona que aunque le pongas delante de diferentes cámaras sigue siendo el mismo que el que estudiaba arte dramático en Málaga. “En realidad yo soy la misma persona, no he cambiado. Siempre estoy de cachondeo pero claro, también tengo momentos más tristes y esos me los guardo para mi porque me gusta que la gente que está a mi alrededor esté bien”.
Sus referentes son Astola, El Canijo de Jerez o Juanito Makandé y todos ellos han hecho de Rafa alguien diferente, una persona que está intentando ser heterogéneo en lo que al estilo de la música se refiere, defendiendo lo que a él más le gusta.
Para remontarnos a sus inicios, simplemente hay que navegar por YouTube y ver las obras maestras que muestra su canal.
La canción habla de los prejuicios que hay en la sociedad: la opinión por delante de conocer a la persona. “Todo el mundo conocemos a alguien que ha estado sumergido en problemas con la droga, y claro este tema lo que intenta es que hay que darle una oportunidad a todo el mundo, que no hay que prejuzgar”.
El vaivén de la composición
En la Academia vimos cómo Rafa, en más de una ocasión, le mostraba a Manu Guix algunas de sus composiciones con un rostro algo nervioso. Él lo compara con Dumbledore mientras se ríe, “voy a enseñarle a algo a alguien que sabe muchísimo, a un sabio que con escuchar una canción sabe cuáles son los acordes”.
Rafa mostró al mundo versos “Le pido socorro al sol de agosto por la lluvia que nos cayó” pero se quedó en un intento fallido. No hay mal que por bien no venga, y es que su próximo trabajo viene cargado de novedades: un EP de seis canciones.
Además ha desvelado que en este confinamiento ha estado componiendo pero hay una canción en especial que no sabe cómo titularla. “Habla sobre una despedida, pero no con alguien sino contigo mismo; hay muchas veces que te despides de tu pasado, de tu yo antiguo, a eso quiero referirme. La evolución que vive una persona, dejando atrás una vida que no tenía futuro. Es una despedida simbólica”.
Lo rural de Operación Triunfo
Rafa fue el sexto expulsado de esta edición llena de personajes muy característicos, provocando que ello hiciera que se compenetraran muy bien los unos con los otros.
“Yo sentía que eso era como cuando te vas a una casa rural con unos amigos; es cierto que aquí trabajábamos y madrugábamos, pero disfrutabas ¿sabes? Eran ratos muy gratificantes”
Según ha explicado, un programa como este aporta valores a la sociedad pero sobre todo a ellos. Así hemos visto cómo el cantante explicaba que Operación Triunfo es ese reality en el que además de conocer cómo cantas, ves cómo es cada uno: te enseña las dos caras de la moneda.
“Había veces que decía o hacía algunas cosas que hasta a mi mismo me sorprendía, no esperaba estar tan a gusto. Al final es tu casa y te olvidas de todo lo demás, porque estás con tu “familia”.
La Academia es un lugar idóneo para crear vínculos especiales y eso es algo que Rafa Romera no esperaba vivir y que al final ha pasado. Ha contado que la gente que le rodea en un sitio así son personas sanas, buenas y que siempre te apoyan, pero también ha explicado que es un espacio que evoca al agobio, el no salir, ver la calle y no poder estar ahí, el campo…
El regalo tan bonito de la vida: “¿Y tú qué le dices a la vida?”
Hemos conocido al artista cordobés más positivo y también al más emotivo, junto con sus días malos y a pesar de ello siempre ha tenido una buena cara para todos sus compañeros.
“A la vida yo le diría que hay que atreverse, siempre con buena cara y aceptar, intentar ser más permisivos, no atacar a las personas a la primera de cambio ¿sabes?”
A pesar de haber vivido el lado oscuro de OT, (los comentarios negativos, los haters…) vemos a un Rafa muy contento con esta aventura y con ganas de más.
“Para el regalo tan bonito que nos han dado como es el de la vida, para qué perder el tiempo odiando, cuando puedes disfrutar y vivir”.
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