Las investigaciones sobre el famoso cuadro de “La Joven de la Perla” se han realizado cada varios años, desde que se conoce la existencia de éste. Con el fin de descubrir nuevos secretos escondidos en una obra que, con una mirada, ha cautivado a tantísimas personas. “La Joven de la Perla”, o como algunos la conocen “La Mona Lisa del norte”, fue realizada entre 1995 y 1997, por el pintor neerlandés Johannes Vermeer. Actualmente se encuentra en el museo Mauritshuis de La Haya, Países Bajos.
Entre el pasado 26 de marzo y 11 de abril el museo Mauritshuis sometió a este famoso cuadro a una completa investigación con la mejor tecnología del mercado que se ha conseguido hasta ahora. La obra fue restaurada en 1994, por lo que se encuentra en buenas condiciones. Únicamente se destinó esta investigación a indagar en aquellos secretos ocultos que antes no se había conseguido averiguar.
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Este primer examen científico en los últimos 25 años no ha conseguido descubrir la identidad de la modelo. Ni siquiera se puede asegurar si la chica protagonista de la obra existió realmente, o fue mera invención del propio autor. Sin embargo, si que se han conseguido otros dos hallazgos que han dejado enormemente sorprendidos no solo a la comunidad artística. En primer lugar, se ha podido reconocer que la joven sí que tenía pestañas. Aunque en el cuadro que nosotros contemplamos ahora, no se aprecien, debido al paso de los años y al fondo oscuro descolorido. Asimismo, como segundo hallazgo de esta investigación, se ha detectado que el fondo no es un espacio oscuro vacío, sino una cortina verde.
Para el descubrimiento de las pestañas se utilizó un escáner fluorescente de macrorrayos X sobre una microfotografía en 3D del ojo de la joven, lo cual demostró que Vermeer dibujó pestañas marrones alrededor de sus redondos ojos.
En cuanto al fondo, ha sufrido cambios físicos y químicos de la pintura verde translúcida que se utilizó en su ejecución, provocando a lo largo de los siglos la desaparición de esa cortina. Para el descubrimiento de esto, se han utilizado técnicas no evasivas de escaneo de la imagen, mostrando líneas diagonales y variaciones de color. Además, en la esquina superior derecha los especialistas aseguran la existencia de una tela doblada. A pesar de que, se ha pensado durante siglos, que el fondo que amparaba la imagen de esta chica era un simple espacio oscuro y vacío.
