La segunda entrega cinematográfica de la famosa trilogía del Baztán de la escritora Dolores Redondo se estrenaba en nuestros cines hace apenas un par de meses recibiendo una gran acogida, y es por ello por lo que Netflix presentaba el pasado 17 de abril Legado en los huesos, que a día de hoy se mantiene como una de las películas más vistas en nuestro país formando parte del top 10. El misterio y el suspense están asegurados en esta historia tan especial y, aunque es difícil contar una trama que quede a la altura de un gran libro, lo cierto es que tanto su director, Fernando González Molina, como su actriz, Marta Etura, han dado lo mejor de sí mismos para que la adaptación cinematográfica sea de la misma calidad.
La historia, protagonizada de nuevo por la inspectora Salazar (Marta Etura), se centra en la investigación de una serie de asesinatos con aspectos en común que involucran tanto en lo personal como en lo profesional a Amaia, ya que todos se dirigen a ella con un mismo mensaje: Tarttalo. La inspectora debe resolver estos crímenes al mismo tiempo que trata de conciliar su vida familiar, además de enfrentarse a algunos fantasmas del pasado que aparecen frente a ella siempre que vuelve a su pueblo natal, Elizondo.
Tal y como ha comentado el director, el equipo ha tenido que encargarse de llevar a cabo la grabación tanto de la segunda como de la tercera entrega, Ofrenda a la tormenta, lo que requería un nivel de intensidad y de profundidad de los personajes absoluto. Esta dedicación se ve reflejada, pues sin duda alguna, el film te mantiene en suspense durante sus casi dos horas de duración. Por un lado, se deben destacar las localizaciones, pues juegan un papel fundamental en la historia, y es que el Valle del Baztán se cuela entre los personajes como si este fuera uno más. Su naturaleza, tan tranquilizante como inquietante, hace que cada plano rodado allí te atrape y no puedas dejar de mirar. No podemos dejar atrás la lluvia, otro elemento clave, ya que la intensidad con la que el agua cae a este pueblo navarro crea en las escenas un ambiente sórdido que induce a que el espectador se sienta intranquilo, un aspecto que sin duda debía tener presencia para que fuera fiel al libro.
Amaia Salazar es una mujer inteligente, valiente y fuerte que con su astucia e intuición resuelve cada uno de los casos con éxito, sin embargo al mismo tiempo esa fortaleza se vuelve vulnerabilidad cuando tiene que enfrentarse a su familia y a los recuerdos de su infancia, que aún marcan el camino de su vida. Dos aspectos muy importantes que marcan el transcurso de la historia y que debían aparecer reflejados a través de la actriz protagonista. Marta Etura consigue algo muy difícil de llevar a la gran pantalla, y es el hecho de reflejar los pensamientos que los lectores sabemos que tiene en cada una de las situaciones en las que se ve envuelta. Sus gestos y sobre todo sus miradas han conseguido que la verdadera inspectora Salazar cobre vida una vez más a través de ella. La intérprete es uno de los factores de que el largometraje tenga la calidad que tiene.
Por otro lado, no podemos dejar atrás a los personajes secundarios, que son en su conjunto igual de importantes que la propia protagonista para que la historia se mantenga fiel. Imanol Arias, Ana Wagener, Patricia López-Arnáiz o Álvaro Cervantes son algunos de los actores que se encargan de dar vida a los personajes, pero si debemos destacar a dos actrices, estas deben ser Itziar Aizpuru y Susi Sánchez.
Itziar se encarga de interpretar a la tía de Amaia, Engrasi, que es el reflejo de la sociedad vasca más profunda. La mitología y la historia vasca es, al igual que la lluvia o el valle del Baztán, un elemento esencial. Seres como el basajaun o el tarttalo o el pasado de los agotes marcan esta historia con un aspecto mágico y místico que te atrapa de lleno. Y por supuesto, no podemos dejar atrás a Susi Sánchez, que interpreta a Rosario, la madre de Amaia. Un personaje clave para la historia ya que es quien hace que la inspectora tenga un trauma que superar. Transtornos mentales, odio y rabia son las características que reflejan a esta mujer que tanto aterroriza a Amaia y que tan bien representa Susi, dejando una vez más constancia de lo gran actriz que es.
No hay duda de que esta vez González Molina se ha superado a sí mismo con un largometraje leal al libro original. Las críticas de momento todas son positivas y la plataforma le ha dado un salto que ha reafirmado su éxito. Ahora, tendremos que esperar a la tercera y última entrega de esta trilogía, pues pese a que su estreno estaba pensado para el pasado de 27 de marzo, este ha tenido que retrasarse hasta el 12 de junio debido a la situación que todos estamos viviendo. Estamos seguros de que la calidad de esta última película igualará o superará a Legado en los huesos, pero hasta el momento podemos disfrutar de esta segunda entrega.
