Sérgio Vieira de Mello es recordado como una de las figuras diplomáticas más importantes de la historia reciente por su labor en países como Timor Orientas o Bosnia en representación de las Naciones Unidas, un mérito que lo llevó en 2002 a ser nombrado Alto Comisario por los Derechos Humanos lo que le llevó al año siguiente a representar a la organización en la guerra de Irak. En 2003 falleció en un atentado contra la sede de la ONU en Bagdad.
El director Greg Barker realizó un documental sobre la vida de este diplomático en el año 2009 con el nombre "Sergio". 11 años después transforma el documental en ficción. Presentada en el pasado Festival de Sundance, Netflix estrena para todo el mundo este biopic que pese a sus buenas intenciones no logra estar a la altura con la gran historia real en la que se basa.
Una historia desordenada y sin fuerza
La cinta comienza con la llegada de De Mello, interpretado por Wagner Moura (Narcos) a Bagdad con su pareja Carolina Larriera, economista de la ONU interpretada por la española Ana de Armas (Puñales por la Espalda) , en plena ocupación estadounidense del país. A los días de su llegada, Al Qaeda cometió un atentado en la sede de la organización. A partir de ese momento, la película empieza a rememorar la trayectoria diplomática y la historia de amor del protagonista, mientras regresa al intento de rescate de De Mello del atentado.
Esta estructura lejos de ayudar a la narración la entorpece. La trama del rescate no aporta a la historia y la interrumpe constantemente para remarcar que el protagonista está recordando. Esta falta de linealidad mal utilizada hace que perdamos el hilo de las interesantes operaciones diplomáticas, la prueba es el abuso de los rótulos señalando en cada momento donde se encuentra la historia, la historia se pierde en sí misma.
Es una lástima no apreciar la importante labor de De Mello en la historia moderna de la diplomacia, la cinta podría haber indagado más en ella y haber sido una clase de relaciones internacionales interesante para el espectador. En cambio, cuando la película consigue estabilizarse decide perderse en la historia de amor entre Sérgio y Carolina, convirtiéndose prácticamente en una cinta romántica con negociaciones diplomáticas de fondo.
El corazón de la película.
El corazón de la cinta se encuentra en sus dos protagonistas, Wagner Moura y Ana de Armas humanizan a sus personajes y los acercan al espectador, consiguiendo que no se caíga del todo abajo.
Ellos consiguen que la historia de amor que cuenta la cinta llegue y que en ocasiones no nos importe del todo el incorrecto camino elegido por el director. Es una pena que el potencial de ambas interpretaciones se quede desaprovechado para no contar algo más allá. Ana de Armas es la más beneficiada en el giro argumental porque consigue ganar relevancia, aunque podría haber sido algo más que la mujer del protagonista.
No está a la altura.
Es una lástima que una historia tan poderosa y que podría ser inspiradora para la audiencia se pierda en si misma y no logre sacara todo su potencial. Pese a ello las interpretaciones de Moura y De Armas junto con el buen aura de la película consigue en cierta manera encandilarte y no sentirte del todo decepcionado al encontrar una convencional historia de amor cuando querías conocer más sobre las relaciones internacionales.
Valoración: 5/10.
Lo mejor: Las interpretaciones de los protagonistas y el aura de la película.
Lo peor: Su desordenada estructura y el no indagar más en la figura de Sérgio como diplomático como de la labor de la ONU en los conflictos.