Crítica de "Hogar", el nuevo thriller de Netflix
Cartel de la película. Fuente: IMDB.com

Los hermanos Pastor, Alex y David, cambian de registro tras sus primeras películas ambientadas en futuros apocalípticos, algo más real que nunca, en títulos como "Los últimos días" e "Infectados", escriben y dirigen un thriller con un personaje oscuro, ambicioso y dispuesto a todo para recuperar la "vida que él merece".

Javier, al que da vida su tocayo Javier Gutiérrez ("Campeones", "El Autor"), es un publicista que debido a que no encuentra trabajo debe abandonar su piso de ensueño por otro piso más humilde. Obsesionado con volver a su antiguo nivel de vida, entrará en la vida de los nuevos dueños de la casa, una familia interpretada por Mario Casas ("Palmeras en la nieve") y Bruna Cusí ("Verano 1993").

Con esta retorcida premisa, la historia se desenvuelve en un correcto thriller con un ritmo algo pausado y lento, pero que acelera al final de la historia. Presentando un trasfondo oscuro y obsesivo que aunque a veces no logre desenvolverse del todo, logra crear una atmósfera convincente y que puede llegar a atrapar al espectador. Todo ello con una gran factura técnica que ayuda a la calidad de la historia. 

Buenas interpretaciones con un buen soporte técnico

Javier Gutiérrez, uno de los actores españoles más reconocidos con 2 premios goya por sus interpretaciones en "La Isla Mínima" y "El autor", firma una buena interpretación de un personaje oscuro, casi por encima del bien y del mal que se siente frustrado por una sociedad que le margina por la edad y que se obsesiona con mantener un nivel de vida al que cree merecer. Es la interpretación de Gutiérrez, que por momentos nos recuerda a su trabajo en "El autor" la que sostiene en buena parte el peso de la cinta, sobre todo en su primera mitad donde apenas tienen presencia las interpretaciones secundarias. El guion consigue en cierta medida que pasemos de una visión condescendiente del personaje a una visión oscura y obsesiva.

El otro protagonista de la película es el nuevo inquilino del antiguo piso de Javier, interpretado por Mario Casas ("Palmeras en la nieve"). Casas hace un tiempo que intenta demostrar su capacidad como actor dramático y aquí aunque no está mal, tampoco consigue sacar todo el jugo posible a su personaje y la cinta lo nota. Casas parece estar mejor en la película cuando es utilizado más de fondo y no adquiere tanto protagonismo, porque cuando lo hace su interpretación no ayuda del todo.

Junto a los dos protagonistas destaca la interpretación de las dos actrices secundarias: Ruth Díaz ("Tarde para la ira") y Bruna Cusí ("Verano 1993"), que ofrecen unas buenas interpretaciones como las esposas de los protagonistas y nos sabe a poco su presencia en la pantalla, en especial durante gran parte del segundo acto.

Junto a las interpretaciones, el otro punto fuerte de la película es su factura técnica. Conseguida y que lográ sumergernos más en la historia, con cierto recuerdo (aunque con mucha distancia) a la excelente reciente obra maestra "Parásitos".

Un ritmo algo lento y un potencial desaprovechado

La película es lenta, tras un buen primer actor, la película se complica a un ritmo pausado que puede causar algún bostezo y que se acelera al final de una manera un tanto previsible.

La cinta desaprovecha el potencial de la actuación de Gutiérrez y de sus actrices secundarias centrándose en cambio en algunas subtramas que buscan oscurecer la historia de manera un tanto ajustada, vease la trama del jardinero cuyo potencial se desaprovecha. Además el personaje de Mario Casas no termina de romper y eso desgasta el interés. También la utilización de la publicidad en la historia que va perdiendo importancia hasta que la recupera en cierta manera al final.

En resumen, "Hogar" es una correcta cinta cuyo potencial se desaprovecha por su lento ritmo y que es amparado con unas buenas interpretaciones y una buena factura técnica. Un thriller de Netflix que puede amenizar la cuarentena y que no deja un mal sabor de boca en el espectador.

Nota: 6/10.

Lo mejor: Javier Gutiérrez, Ruth Díaz, Bruna Cusí y la factura técnica.

Lo peor: El ritmo lento y la previsibilidad final que tira por tierra el potencial de le historia.

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