Johnny Garso es uno de esos artistas que irradian la energía propia de alguien al que le espera un futuro prometedor, porque para ello están entregando cuerpo y alma, pero que a la vez mantienen la humildad y el respeto por su música como reflejo fiel de ellos mismos. El pasado miércoles, el equipo de VAVEL tuvo la suerte de poder conocerle un poquito más a fondo.
El pasado 21 de febrero, el zaragozano anunciaba la publicación de «Redtimeline», su primer disco en solitario, de la mano del sello discográfico independiente Wolfpack Records junto con el prestigioso productor norteamericano Joe Marlett, nominado dos veces a los premios Grammy y conocido por trabajar con artistas del calibre de Blink 182 o Foo Fighters.
Un total de once temas grabados en inglés, a excepción de Espada y Rosa, conforman un LP de lo más rockero y multitemático nutrido de referentes como The Cure o Good Charlotte en el que, en palabras del propio Garso, “cada canción tiene un trocito de quién soy”. De este modo y tras años de incansable trabajo, «Redtimeline» aterriza como la carta de presentación de un joven artista que se embarca en su carrera en solitario tras formar parte durante gran parte de su adolescencia del grupo de punk-rock aragonés Alien Roots, con el que lanzó dos discos: «Ufology» (2012) y «The Outcome, The Changes» (2015).
Rollercoaster es la pieza principal del disco. Y no solamente por ser el primer tema en ver la luz, sino porque relata las dificultades a las que se ha enfrentado, y continúa enfrentándose, para lograr abrirse camino en el mundo de la música. Un viaje artístico con principios y finales traducido a la música en el que el artista plasma emoción, profesionalidad y sensibilidad artística. A través de unos videoclips creativos y de verdadera calidad, Rollercoaster, Who You Really Are y Fake Face aportan el componente visual a un proyecto que acaba de despegar y que aún tiene muchas novedades por delante.
P: Cuéntanos, a grandes rasgos, quién era Juan García antes de convertirse en Johnny Garso. ¿Siempre has sabido que te dedicarías a la música?
R: ¡Pues ese soy yo! Juan García es un chavalito que desde muy pequeño se empezó a apasionar por la música. Estaba en el conservatorio, y llegó un momento en el que el piano no me daba ese rock and roll que estaba buscando, de modo que con 13 o 14 años me pasé a la guitarra: empecé a tocar sin tener mucha idea de lo que hacía y, unos años más tarde, monté mi primer grupo, Alien Roots. Con 18 o 19 me planté a mis padres y les dije que me quería dedicar a la música al cien por cien, y de ahí pasé a dejar la carrera, nos fuimos a Barcelona e intentamos a sacar a flote el grupo cinco añitos, pero al final cada uno tenía sus planes de vida y yo siempre estuve convencido de que me quería dedicar a la música con los sufrimientos que conlleva (risas). Con el tiempo llegó un momento en el que el grupo estaba prácticamente muriendo por cosas de la vida, y yo me encontraba en una sensación de estar luchando solo contra el mundo, hasta que apareció alguien que apostó por mí, se decidió a ir conmigo a tope en solitario y aquí estoy hoy presentando mi primer disco.
P: La historia de Johnny Garso comienza cuando con dieciséis años se sube al barco de Alien Roots, banda de punk rock de la que has formado parte durante más de nueve años. ¿Cómo ha influido esa aventura en quién eres a día de hoy?
R: Creo sinceramente que los músicos somos un producto de lo que hemos escuchado, leído, y en general de todo lo que hemos aprendido. Mi banda y yo nos juntamos al compartir un gusto musical muy homogéneo, y a raíz de ahí vivimos una experiencia en la que todos aprendimos los unos de los otros. Es innegable que yo disfruté y aprendí, sobre todo, a nivel de gestión (risas). No me quedó otra cosa que aprender de lo que no quería que ocurriera después porque eres joven y pueden cometerse muchos errores. Dedicarte a la música forma parte de un proceso de aprendizaje en el que también cambia esa perspectiva idílica que tenías de la música y te das cuenta de las complicaciones que conlleva ser artista.
P: ¿Qué le recomendarías a talentos emergentes que desean abrirse paso como tú en la industria musical pero que aún no se han animado del todo?
R: La verdad es que no considero que esté haciendo música convencional, así que por ese particular puedo dar algunos consejos. Bueno, en realidad dar consejos en este mundillo es algo complicado porque nadie tiene realmente la tecla. Yo puedo hablar desde mi prisma, desde mi experiencia personal, y creo que mi principal consejo para ellos sería que supieran la razón por la que quieren dedicarse a la música. Si la música es tu plan A y quieres lanzarte con todo mis recomendaciones serían: plantéate bien lo que quieres hacer, rodéate de gente en la que confíes plenamente, de buenos músicos, mantén la humildad, ten cuidado con la cantidad de veces que te regalarán los oídos y te venderán cosas que luego nadie va a hacer por ti, y sobre todo, ten un par. Porque al final, si te quieres dedicar a esto y no tienes apoyo detrás tienes que ser consciente de que, como en todo, verás momentos duros y otros maravillosos, pero, si lo haces, que sea por la pasión que le tengas a la música.
Y a la gente que aún no tiene tan claro que se quiera dedicar a la música lo único que podría decirle es que disfrute. Yo mismo echo de menos cuando para mí la música era disfrutar sin pretensión de vivir de ello porque ese es uno de los momentos más bonitos. Ahora también me gusta lo que hago, pero es una situación distinta, en la que también debes preocuparte de buscarle una pretensión económica.
P: Sabemos que actualmente estás presentando tu nuevo trabajo en una gira nacional que incluye Zaragoza, tu ciudad natal, Barcelona y Madrid. ¿Qué puede esperar el público de tus conciertos?
R: Pues… Esperar van a tener que esperar, porque con la situación que ha creado el coronavirus tendremos que posponer los conciertos. Aún no sabemos en qué fechas los van a reubicar porque las salas están desbordadas, y en general todo el mundo aquí en la industria está un poco desconcertado, es una situación peliaguda. Con respecto a qué pueden esperar de mis conciertos, creo que mi disco le va a gustar a la gente a la que le guste el género que hago, a los que no le guste el género quizás también, pero a la gente que esté en duda le diría que si vienen a verme en directo estoy seguro de que les gustará más, porque yo soy defensor de que cuando de verdad se aprecia la música es cuando se escucha en directo. En ese momento puedes ver todo lo que hay detrás de que una canción suene perfecta, el esfuerzo que cuesta llegar a ciertas notas, ver al artista desnudándose y mostrar lo que siente cuando canta los temas… Yo soy una persona bastante sentimental e intento transmitirlo musicalmente, pero en vivo es diferente porque puedes ver mi cara, lo que transmito corporalmente, y realmente todo eso es lo que marca la diferencia.
P: Si tuvieras que definir con tres palabras tu disco para todos aquellos que aún no hayan tenido la oportunidad de escucharlo, ¿cuáles serían?
Polifacético, sentimental y cuidado.
P: Tu nuevo proyecto sale a la luz bajo el título de «Redtimeline». ¿Qué importancia tiene el color rojo en la vida artística de Johnny Garso?
R: Pues… Digamos que el rojo ha sido mi color favorito desde que era pequeño. Todo lo que he conseguido desde que decidí dedicarme a la música hasta este momento en el que he sacado mi primer disco en solitario viene derivado de la pasión que tengo por ella. Los músicos que me han conocido saben que si he conseguido llegar hasta aquí es gracias a base de mi pasión por la música, algo que siempre he intentado transmitir a quienes me escucharan. El rojo siempre ha estado presente conmigo tanto conceptual como musicalmente, al menos en esta etapa. ¿Quién sabe? Igual en un tiempo hago como los grandes pintores y de repente digo, ¡pues ahora me siento azul!
P: Rollercoaster relata las dificultades por las que has pasado en tu trayectoria como artista así como a lo largo de tu vida personal. Háblanos un poco sobre tu experiencia en el mundo de la música.
R: La verdad es que considero que aún no tengo un hueco en la música (risas). La dureza en la canción proviene de lo que yo siento por la música o lo que debería ser. En el fondo, yo sé que no hago música para ganar dinero con ella. A mí me haría feliz que la gente cantara mis canciones y se sintiera identificada con ellas, poder tocar en un estadio lleno… Porque todo eso significaría que habría conseguido transmitir mis sentimientos a través de la música. Pero llega un momento en el que te das cuenta de que con eso no basta si pretendes dedicarte profesionalmente a ello. Es complicado hacer la música que yo hago, y más en inglés viviendo en un país con España. Nunca te ponen facilidades y acabas haciéndolo todo por ti mismo, lo que también conlleva muchos sacrificios monetarios, personales… Puede llegar a ser complicado verte en el metro de Barcelona componiendo la canción de camino a un trabajo que no tiene nada que ver con lo que deberías estar haciendo. Es un torbellino de sensaciones en el que a veces hay momentos difíciles que afectan de una forma u otra.
P: Espada y Rosa es el único sencillo en castellano incluído en el disco. ¿Es esta una excepción o Johnny Garso seguirá sorprendiéndonos con temas en su lengua materna?
R: Lo cierto es que nunca me he cerrado con el español, lo que pasa es que el inglés siempre ha estado más presente en mi vida. He sido prácticamente bilingüe, tengo familia americana y siempre me ha interesado mucho el idioma, así que desde que empecé a cantar de pequeño me resultó muy cómodo. Además, el inglés suena muy poderoso, ¡sobre todo en el rock and roll!
Como te decía, nunca me he cerrado a cantar en español, lo único que necesitaba es que igual que me nacía hacerlo en inglés me naciera cantar en español. Y bueno, Espada y Rosa surgió de una forma muy graciosa. Era un ritmo que tenía desde hacía un par de años y para el que no había conseguido componer nada en inglés, y en casa haciendo un poco el tonto en español me empezó a gustar y a gustar y… ¡acabé terminándola! Y, de hecho, he de confesar, aquí y ahora, que estoy haciendo otro tema en español. Tengo ocho o nueve composiciones más en inglés pero me ha vuelto a nacer otra canción en español. No sé, pues estaré en esa etapa (risas).
P: De todos los temas que componen el disco, ¿cuál es el que más te representa? Es decir, aquel tema que solo con escucharlo nos haga pensar “se está abriendo en canal, para nosotros”.
R: Creo que Rollercoaster sería el tema más sentido, porque habla de una historia muy personal mía. Espada y Rosa también tiene una alta carga de personalidad mía… Es más metafórica y tendría que explicar de dónde vienen esas frases tan poéticas porque tienen una historia detrás que me representa mucho. Además, yo tengo una espada y una rosa tatuadas en el cuello, es un dibujo que me representa y que utilizo mucho en mis redes sociales… La verdad es que en cada canción del disco pongo un trocito de quién soy, no suelo hablar de temas que no tengan relación conmigo.
P: Los videoclips de Fake Face, Who You Really Are y Rollercoaster dejan entrever un complejo trabajo que ha dado como resultado, sin duda, una estética muy cuidada y que perfectamente podría pasar por un proyecto de artistas de amplia trayectoria. ¿Qué importancia le das a la parte visual de tus temas?
R: ¡Muchísima! Hemos currado un montón. De hecho, en general la calidad de nuestros videoclips se aleja bastante de lo que cabría esperarse de una persona que produce su primer disco. Mi socio me dijo que vivimos en el mundo de lo audiovisual y teníamos que trabajar mucho la imagen. Y… Te puedo decir que quedan cosas muy potentes por salir, porque no todo ha sido desvelado a nivel de vídeo. De hecho, todas las canciones van a tener algo audiovisual, aunque hemos dejado el resto a la espera para dar cañonazos post-disco, para que no se acabe todo una vez sacado el disco. Se vienen cosas muy chulas, algunas más caseras -por ejemplo, uno de los videoclips lo he grabado y montado yo mismo para darle ese toque casero- y otras muy trabajadas.
P: Uno de los videoclips más llamativos es Who You Really Are, dirigido por David Olariaga. ¿Nos desvelarías el significado del vídeo o prefieres dejarlo a la libre interpretación de la gente?
R: Las mujeres de rojo que aparecen en el videoclip tratan de representar cómo hoy en día la sociedad intenta imponer un patrón por el que nuestra vida es perfecta, nosotros mismos somos perfectos o tratamos de serlo cada vez más. Esta canción la escribí tras un viaje en el que conocí a una chica que formaba parte del mundo de las redes sociales, de modo que el vídeo es una especie de reflexión sobre cómo estas están cambiando las formas de relacionarse, desde mi humilde punto de vista, para mal. En el vídeo yo represento a un outsider que no forma parte de esa perfección y que trata de rescatar a la actriz que representa a la chica con la que tuve mi historia, aunque finalmente la última escena del vídeo simboliza cómo ha dejado de ser ella misma para ser igual que el resto de personas.
P: Al embarcarte en este proyecto has podido trabajar codo con codo con el productor Joe Marlett, que también ha sido productor de bandas de la talla de Red Hot Chili Peppers, Revólver o Foo Fighters. ¿Qué ha significado para ti poder colaborar con un productor tan prestigioso?
R: Conocí a Joe cuando formaba parte de los Alien Roots y la verdad es que tenemos una especie de historia de amor (risas). Tuvimos una relación muy cercana durante la grabación del primer disco del grupo. Cuando me plantearon producir el disco pensé que debía hacerlo con alguien a quien tuviera respeto y del que ya conociera su forma de trabajar. Él llevaba un tiempo sin grabar porque había tenido un hijo y se había dedicado enteramente a educarlo, y yo le convencí de que volviéramos juntos al rock and roll y sacáramos disco. Así que fuimos a California y producimos el álbum, lo que también me hace sentir que en parte lo hizo por mí. La verdad es que fue una experiencia increíble. Trabajar con él es aprender todo el rato.
P: Para finalizar la entrevista nos gustaría hacer una pregunta para reflexionar. ¿Qué lugar crees que ocupa la música rock y alternativa en un momento en el que prima lo comercial a la vez que surgen nuevos géneros musicales? ¿Aún tiene cabida en la industria?
R: Creo que el rock va a perdurar durante toda la historia. Es un género que abarca muchos artistas diferentes. Hoy en día la industria de la música cada vez apuesta más por lo fácil, por el riesgo cero, y por los ingresos. En mi opinión, que un artista triunfe porque una discográfica haya apostado y arriesgado por ellos tiene mucho más valor que apostar sistemáticamente por cosas que están funcionando ahora y de las que posiblemente dentro de unos años nadie se acordará.
Yo creo, y espero, que dentro de un tiempo la gente vuelva a poner en el foco a artistas que crean una música más sentidas y reales. Veo a muchos artistas que dan mensajes vacíos, que no son grandes cantantes, ni grandes músicos, ni siquiera grandes transmisores de información. ¡Tienes la oportunidad de cantar para el mundo y dar un mensaje! El rock siempre va a estar ahí, el concierto que más dinero recaudó en España el año pasado fue Metallica, que es metal, así que yo me pregunto, ¿cuál es el problema, faltan referentes jóvenes que superen a lo que suena ahora? ¿Hay falta de atención por parte del público? Quizás sean ambas cosas. La industria debería dejar de acomodarse y escuchar, quizás así nos iría mejor a muchos.