La tercera temporada está centrada en las vidas de Nora (Nicole Wallace) y Viri (Celia Monedero) esta primera siendo más relevante como protagonista de la continuación de la serie. Ambas nos han mostrado un camino inverso en sus vidas en la serie juvenil, Viri dejaría de estar enamorada de Alejandro, por entonces novio de Nora quien repentinamente rompe con él y sume su vida en un continuo circulo de toxicidad comenzando una nueva relación con un conocido amigo de su hermana llamado Miquel.
Nora y Viri continuan sus vidas como estudiantes de segundo de bachillerato de un instituto público de Madrid. La vida de Viri era tal y como la conocíamos con algunos tintes conservadores, en el caso de Nora conocemos que es feminista y que sostiene unos valores muy claros, donde no se dejaba influenciar por los demás. Al igual que en otras temporadas en esta hemos tenido escenas musicales llevadas a cabo por Nora, le apasiona la música, entre otras muchas aficiones. Sin embargo, el grupo de amigas formado por Cris, Amira, Eva y Viri ha estado algo al margen, siendo distanciado debido a la nueva relación de Nora con Miquel. No ha sido agradable ver como Nora era distanciada de sus amigas por culpa de este nuevo personaje, ademas de las continuas prohibiciones a las que le incitaba como la de negarle la palabra a Alejandro.
Lógicamente, la situación de Nora ha ido adueñándose de la mitad final de la temporada aunque Viri haya compartido el protagonismo. El principio de la entrega tuvo un estupendo retrato de la situación en su casa, con su padre como parado de larga duración y su madre sacando adelante a la familia, y los sentimientos de vergüenza, impotencia y culpa que despierta en la joven. Después, ese protagonismo de Viri se ha ido transformando en un espejo en el que el reflejo de la relación de Nora con Miquel aún hace destacar más su disfuncionalidad. Hugo puede ser algo torpe acercándose a Viri y puede tener una actitud rara muy de la adolescencia. Contrasta con Miquel en que no hace que la relación gire en torno a él. Tiene cosas que aprender aún, por supuesto, pero los grandes gestos románticos de Miquel, al final, denotan su egocentrismo, algo que no está presente en Hugo.
Una vez más, volvemos a ver que todas las temporadas están relacionadas. En el caso de la primera Nora ayudó a su amiga Eva a superar la ruptura con Jorge, en esta Eva ha sido el paño de lagrimas que Nora necesitaba. En la segunda Nora ayudaba también a Cris en este caso para que entendiera la enfermedad de TLP que tiene Joana. Cuando Nora y Viri deciden en este caso abrirse por fin a ellas es cuando pueden darle la vuelta a sus situaciones respectivas. Por ello, todas las temporadas están relacionadas. El apoyo del grupo de amigas es esencial para cualquier problema que se presente.
La serie de Movistar+ puede pasar un poco más desapercibida para el gran público porque es perteneciente al mundo adolescente. Pero ha demostrado con su tercera temporada que es una de las ficciones nacionales con las ideas más claras, de las que mejor sabe lo que está haciendo, lo que quiere contar y cómo.