Si se piensa en Portugal todo el mundo tiene un referente en la cabeza y ese es Salvador Sobral. El cantautor es una de las cabezas más visibles del país luso, y lo ha sido sin siquiera quererlo. Opuesto a todos los grandes espectáculos comerciales en relación a la música, reticente a lo que él llama la ‘fast food music’, o la ‘música de fuegos artificiales’, este outsider consiguió ganar Eurovisión con la mayor puntuación cosechada hasta la fecha, abrió un debate en el seno eurovisivo y en el propio seno musical, se ganó detractores a la par que seguidores, y él siguió luchando por sobrevivir, fruto de sus problemas cardiacos, y por seguir haciendo música.
Jazz y alternativo, Salvador, y su inseparable ayuda, su escudera y hermana Luísa Sobral, hizo historia en Eurovisión, y marcó la diferencia en el entreacto del año siguiente, cantando su tema, el que ya es un himno portugués, Amar pelos dois, junto con la estrella y leyenda internacional Caetano Veloso.
Pero se empieza a quedar lejos en el tiempo aquella victoria en 2017, y en este año, 2020, el Festival da Cançao ha vuelto a ser el mayor escaparate de talento del país vecino, y ha elegido a Elisa para representarlos en Eurovisión.
Elisa es originaria de la isla de Madeira, y desde pequeña estuvo influenciada por los Beatles o por ABBA. Ya en su infancia y juventud participó en competiciones musicales locales, y a los diecisiete entró a estudiar jazz en el Conservatório da Madeira.
Medo de Sentir, la canción elegida, es su carta de presentación ante la industria musical. El tema, compuesto por Marta Carvalho, es una sentida balada sobre la fragilidad del amor, sobre su rápida fuga y dolorosa decepción. Acompañada del piano, Portugal sigue apostando por el intimismo y la mayor desnudez de las voces de sus representantes.
Durante la gala se pudo ver al pasado representante, Conan Osíris, cantando su tema Telemóveis. Elisa debe superar lo hecho por Conan, que no consiguió pasar a la final, y por Claúdia Pascoal, el estrepitoso fracaso que dejó a Portugal última en Lisboa.
La segunda mitad de la segunda semifinal será para Elisa, quien tiene la presión de recuperar la fama de su país, bajo a sombra de Salvador Sobral.
