A lo largo de su historia el cine ha presenciado grandes historias en las que el protagonismo lo tenían los grandes héroes que enfrentaban las peores amenazas para salvar el mundo. De alguna manera, resulta irónico como durante todo este tiempo un género como el de superhéroes ha persistido teniendo únicamente a héroes de sexo masculino como estrellas de las películas. Todo ello cambiaría en el año 2017 con el estreno de una cinta que vino cargada de un aire revolucionario y que traería a la gran pantalla una película protagonizada por una superheroína, se trata de Wonder Woman.
A más de dos años de su estrenó sería innecesario destacar las virtudes de la cinta, no obstante y con motivo del Día Internacional de la Mujer resulta oportuno explicar qué significó una película como esta para la figura de la mujer en el cine. El primer factor es el más obvio, por primera vez en la era moderna una superheroína cargaba con la responsabilidad de protagonizar un gran estreno. Por lo general en este tipo de películas el papel de las mujeres se reducía a ser el de personajes de apoyo o el interés amoroso del héroe, sin embargo con la llegada de Wonder Woman el panorama dio un giro entregándonos una protagonista que rebosaba poder, actitud y un sentido de la justicia admirables. Sin duda se trataba de características con las que el público se identificó y que hicieron de esta heroína un personaje rompedor para los estándares del género de superhéroes.
Por otra parte hay que señalar que una cinta como esta lucho en todo momento por dejar de lado cualquier estereotipo que amenazara con mostrar un signo de debilidad en la protagonista, si bien se mostró el lado más humano de la protagonista, nunca se permitió ver ningún tipo de vulnerabilidad que la dejará por debajo de cualquier héroe. Por motivos tan contundentes como estos y en un día como este resulta imposible no acordarse de una película que puso los cimientos de un movimiento tan necesario en el cine de superhéroes, el momento de las heroínas es una realidad.