En la madrugada del nueve al diez de febrero, no eran pocos los que contemplamos un hito en la historia del cine: una película extranjera que se ponía por delante de las mismísimas producciones americanas ganado cuatro estatuillas, por supuesto mejor película extranjera (una lástima no volver a ver a Penélope gritar ¡Pedro!), pero además mejor guión original, mejor director y la gran sorpresa, mejor película.
Hace tan solo un año estaba la película mexicana Roma, que amagaba con lograr lo conseguido por la película de Bong Joon-ho, pero todos sabían que era más una fantasía que una posibilidad eso de que una película extranjera pudiese conseguir ese reto, pero la producción coreana ha conseguido hacer esto realidad.
Y es que Parásitos, por muy extranjera que sea, tiene muchas cualidades que recuerdan al cine norteamericano. Una mezcla de géneros que incluyen desde la comedia más negra, hasta el drama que supone la diferencia de clases, pasando por una intriga y unos toques de violencia que pueden recordar al más puro estilo "Tarantinesco", todo ello debido a la experiencia de su premiado director y guionista Bong Joon-ho, que según dijo en su discurso, aún debe de estar bebiendo y celebrando la fantasía que vivió.
En cuanto a los demás triunfadores de la noche, está la película de guerra 1917, que destaca sobretodo en el apartado técnico, compartiendo premios con la fantasía Le Mans'66, concretamente tres para la producción de Sam Mendes (mejor fotografía, mejores efectos visuales y mejor mezcla de sonido) y dos para Le Mans'66 (mejor montaje y mejor edición de sonido).
Siguiendo con los premios musicales, la banda sonora de la compositora de Joker, Hildur Guðnadóttir, se lleva la estatuilla por encima de rivales fuertes como John Williams en una galaxia muy muy lejana, y para sorpresa de nadie, Elton John y Bernie Taupin, ganaron el Oscar por su canción (I'm Gonna) Love me again, aunque se echó de menos a Taron Egerton cantando la canción junto a la estrella a la que interpreta en Rocketman.
En cuanto a actores no se vio ninguna sorpresa, todos los premios estaban dados desde que salieron las nominaciones. El ganador en la categoría de actor de reparto fue Brad Pitt por su papel de doble de acción con afición de arreglar tejados sin camiseta en Érase una vez en Hollywood, por delante de leyendas del cine como Al Pacino, Joe Pesci o Tom Hanks, además de un Adam Driver que promete ser una futura leyenda al nivel de sus compañeros de categoría, o al menos tiene el potencial para llegar a ello. Entre las actrices de reparto no había dudas de la victoria de Laura Dern por su papel de abogada cínica en Historia de un matrimonio.
En cuanto a los actores principales, era imposible que Joaquin Phoenix y Renée Zellweger no se llevaran el Oscar. En cuanto el primero, el papel que hace sobre el villano de Batman no puede hacerse mejor, es capaz de hacer que se crea que un personaje de cómic (uno como el Joker, no cualquiera) puede ser un personaje real, cosa muy difícil de hacer. Y en cuanto a Renée Zellweger, su fantástico papel de Judy Garland, lleva todo el peso de una película bastante floja en todo lo demás, y que lo que tiene de interesante solo es la actriz realizando su papel de forma magistral.
Posiblemente sea una pena que Scarlett Johansson no se haya llevado ninguna estatuilla de ninguna de las dos nominaciones que tenía, pero aunque ha hecho unas actuaciones espectaculares, ha tenido la mala suerte de coincidir con dos estrellas como son Renée Zellweger y Laura Dern. Una lástima también la derrota de Klaus contra la titánica Disney con su Toy Story 4, siempre es un desafío querer ganar a la compañía del ratón jugando en su casa.
En cuanto a las demás categorías, en el apartado de diseños, el premio a mejor diseño de producción se lo llevó Érase una vez en Hollywood, gracias a una construcción de escenarios que transporta directamente al Hollywood de finales de la década de los 60. El premio para mejor diseño de vestuario fue para la nueva adaptación de la novela Mujercitas, y el premio de maquillaje y peluquería para El escándalo, que consigue transformar a sus protagonistas en otras personas y logra que casi se olvide de quienes son los actores para que se vea solo a los personajes de los que habla la película (casi porque es imposible obviar a Charlize Theron con el papelón que hace).
Sería injusto terminar este artículo sin hablar sobre la victoria de Jojo Rabbit en la categoría de mejor guión adaptado. Taika Waititi ha cogido la novela en la que se basa la película y la ha transformado en su historia, regalando una película que saca más de una carcajada a la vez que logra emocionar con sus personajes, con los que se puede empatizar por lo bien escritos que están. Aunque a los enamorados de Marvel no gustará lo que hizo con Thor Ragnarok, en esta película ha hecho una trabajo maravilloso que resulta en una película maravillosa.
En cuanto a las categorías más olvidadas de la gala, American factory y Learning to skateboard in a warzone (if you are a girl) ganan a mejor documental largo y corto respectivamente, el ganador a mejor cortometraje en acción real es The neightbors' window, y el premio para mejor cortometraje animado fue para Hair love.
Este ha sido el repaso de la gala de la nonagésima segunda gala de los Oscars, gala que cierra un 2019 como uno de los mejores años cinematográficos de los últimos tiempos.