Para llegar a este día hay que remontarse tres años y medio, concretamente, el 23 de junio de 2016, día en el que los británicos tenían una cita con las urnas para decidir si querían o no abandonar la Unión Europea. Esta cita había sido promovida por el primer ministro conservador llamado David Cameron. El resultado no dejó indiferente a nadie: el 52% de los votantes marcaba la casilla a favor de abandonar la UE, frente a un 48% que apostaba por continuar en la UE.
Una de las consecuencias de esa votación fue el abandono de su promotor, Cameron, a cambio de hasta entonces la ministra de Interior, Theresa May. Por aquel entonces, Londres activó el artículo 50 del Tratado de Lisboa que todo país debe invocar si quiere irse de la Unión Europea. De esa forma, arrancaron las negociaciones con Bruselas para dar forma al Acuerdo del Brexit (donde se tenían que recoger todos los detalles de la ruptura).
Entre idas y venidas, unida a las diferentes prórrogas que se iban concediendo, por el camino se produce la caída de May. El pasado 23 de julio de 2019 llegaría Boris Johnson al poder como nuevo primer ministro británico y desde el primer momento insiste en la salida de Reino Unido de la UE el 31 de octubre: haya o no acuerdo.
Pero, llegaba el 25 de octubre y Boris Johnson anuncia que se van a convocar elecciones para el 12 de diciembre, en la que se confirma la contundente victoria de los conservadores. En palabras del propio Johnson: “Vamos a dejar de lado la miserable amenaza de un segundo referéndum y a recuperar el control de nuestras fronteras”.
Y hasta hoy, 31 de enero día en el que Reino Unido deja de pertenecer a la UE casi medio siglo después de su ingreso en la Comunidad Económica Europea. Ahora se abre una fase de transición que durará hasta el 31 de diciembre en la que se establecerán entre otras cosas el acuerdo de libre comercio (el cual tendrá que pactarse en 11 meses).
Hay que tener en cuenta que hasta el 1 de enero de 2021 todo seguirá igual para los ciudadanos, pero deben empezar a ser conscientes de la nueva etapa que está por llegar. Aunque haya abandonado la UE, sigue formando parte del mercado único y de otros tratados que garantizan la libre circulación dentro de sus fronteras, así que si quieres visitar el país británico lo podrás hacer tanto pasaporte como con tu DNi.
Hasta el 31 de diciembre se mantienen los servicios de roaming que tenemos asegurados en toda Europa y la cobertura sanitaria asegurada con la Tarjeta Sanitaria Europea. También hay que ser conscientes de que una vez que finalice el período de transición, cualquier ciudadano comunitario que quiera seguir viviendo en el país deberá pasar por un procedimiento llamado EU Settlment Scheme.
Otro aspecto a tener en cuenta son los estudiantes, tanto británicos como de cualquier otro país europeo, que hayan empezado un Erasmus antes del Brexit podrán continuar con el programa hasta acabarlo gracias al Reglamento de contingencia de Erasmus+ de la UE. Una vez finalizado el período de transición, dependerá de los acuerdos que hayan alcanzado Londres y Bruselas.
Esta medianoche comienza un nuevo período histórico para Reino Unido, alejado de la Unión Europea.