Por supuesto que no es solo cuestión del sincopado con que suele imbuir ciertos cierres de frases en sus canciones. Esos cambios repentinos en la entonación a los que siguen los de construcción melódica. Tampoco debido a la inserción quizás deliberada de algún son de armónica en el opener evocativo del clima noir que emana de ellas. Ni siquiera excluyentemente a su amor por la ciudad de Buenos Aires. Aquella de esquinas en blanco y negro y bares demasiado familiares –imágenes taciturnas que quedan bien plasmadas en la presentación audiovisual (dirigida por Ivan Pierotti) por si las moscas-, en cuya pintura halla su musa contextual.
La respuesta a por qué Cabildo y Juramento -la continuación al homónimo debut de 2018 de Conociendo Rusia (A.K.A. el alter ego grupal que conduce Mateo Sujatovich)- prevalece a su antecesor yace en el sentido de comicidad que sobrevuela en proporciones justas. “Parece que no es vino/Lo que me dieron de tomar”, debería despertar una risa cómplice en sus amigotes interpelados. O dos. Tanto como “Mientras yo me aburro en el avión/Vos subiendo fotos en una limusina”.
La producción es más ambiciosa, también. O, al menos, más inclusiva que otrora. A saber: las introducciones de guitarra slide en “Puede Ser”, vientos en “En todos los lugares”, el tono orquestal de “Cosas para decirte” y, claro, el engañoso uptempo “30 años”, su confesión ontológica por antonomasia entre los nueve números que propone su disco. Si hasta en “Luces de neón” hay aires country.
De la veta personal al anclaje de lo local, estos tracks logran terminar su duración invitando a saborear a la siguiente con similar sugerencia y gusto. Y así, sucesiva y satisfactoriamente.
Título: Cabildo y Juramento
Artista: Conociendo Rusia
Discográfica: Geiser Discos
Fecha de publicación: 4 de octubre de 2019
Género: Rock/Pop
