El primer capítulo de Perdida cumple todos los requisitos que se pueden buscar en un buen episodio piloto. Desde el principio presenta una historia dura y sensible que atrapa al espectador.
La trama empezó cuando el personaje de Antonio (el actor Daniel Grao) decide transportar cocaína en un vuelo de vuelta a España. Esta decisión no nace de la desesperación económica como hemos visto en otras tantas series o en tantos casos reales. Él busca ser detenido y entrar en el sistema judicial colombiano. Esta idea tiene el fin de descubrir lo que sucedió con Soledad, su hija, que fue secuestrada en una playa cerca de Valencia.
La serie consigue crear una atmósfera de curiosidad donde se muestra a través de Antonio la lucha de un padre coraje que está dispuesto a hacer de todo para saber la verdad. Durante el proceso se encuentra con Angelita (Adriana Paz), una intrépida abogada experta en casos de narcotráfico que no logra comprender por qué Antonio no quiere su ayuda y prefiere entrar directamente en una de las cárceles más violentas del mundo.
La serie de Antena 3 consigue presentar de manera brillante a los diferentes personajes durante el primer capítulo. Es muy buena la tensión que hay durante el mismo. Dicha tensión solo desparece en las interesantes escenas de Angelita, lo que da un gran dinamismo al episodio.
Además, Antena 3 emitió un capítulo de 46 minutos, cosa que el espectador agradece. La única pega es que la serie acabó empezando a las 23:00 pm., demasiado tarde para el estreno de una serie en prime time.
Un punto a destacar del inicio de esta serie es el papel del director de la misma, Iñaki Peñafiel. Ha conseguido que desde el principio los espectadores nos quedemos con ganas de más. Presentación de personajes, localizaciones bien situadas y una atmósfera creada con minucioso detalle son, junto con el buen ritmo que hay en todo el episodio, las claves de un buen arranque.
Veremos si en la siguiente entrega se mantiene el buen nivel de este thriller que ha roto los esquemas y ha dejado a la audiencia con buen sabor de boca.