Una repetición electoral y casi un año en bloqueo político resumen los últimos meses en la política nacional. El Partido Socialista consiguió ganar las primeras elecciones generales del pasado año, pero no logró los apoyos suficientes debido, entre otras cosas, a los encontronazos con su actual socio (Pablo Iglesias).
Llegaba una sesión de investidura que acabó siendo un absoluto fracaso y España se veía abocada a unas nuevas elecciones (la cuarta en cuatro años). Tocaba volver a visitar las urnas con el temor de tener que regresar muy pronto a repetir por tercera vez, pero, rompiendo todos los pronósticos, al día siguiente del pasado 10-N, Sánchez e Iglesias sellaban con un abrazo un acuerdo para gobernar en coalición.
Ahora les tocaba a ambos buscar a más aliados. Y con todo ello llegó el pasado 4 de enero, día en el que arrancaba la sesión de investidura en plenas navidades, primero tuvo lugar la intervención de los principales portavoces de la cámara (con momentos de bastante tensión). Y al día siguiente, el 5 de enero, tenía lugar la primera de las votaciones donde Pedro Sánchez necesita la mayoría de la cámara para poder investirse como Presidente, por lo que resultó fallida.
Tras el Día de Reyes, tocaba volver al Congreso para la segunda votación, donde el líder socialista (Pedro Sánchez) necesitaba más síes que noes, y así fue: con dos votos de diferencia España sale del desbloqueo y tiene un nuevo Presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (PSOE), los 167 votos a favor contrastan con los 165 en contra.
La sesión de investidura terminaba con un nuevo Presidente del Gobierno, con el fin del bloqueo, con el líder de Podemos llorando y con un momento histórico a nivel nacional ya que se ha convertido en el primer gobierno de coalición desde la implantación de la democracia en nuestro país.