El anterior 13 de diciembre, Netflix estrenaba una de las películas más esperadas del año: 6 Underground, o en español, Seis bajo la sombra, protagonizada por Ryan Reynolds. Tal y como publicó hace unos días la plataforma digital, el largometraje, con guión de Rhett Reese y Paul Wernick, se coronó como la película más popular de 2019 en España, seguida de El Irlandés y Triple Frontera.
Su director, Michael Bay, ha dirigido y producido multitud de películas de acción como Armageddon (1998), Pearl Harbor (2001) o las famosas películas de la saga Transformers. De nuevo, con 6 Underground consigue atrapar a los espectadores durante más de dos horas a través de la acción, pues si algo prima en el cineasta es su capacidad de crear historias llenas de conflictos y como no, de adrenalina.
Los encargados de entablar la acción en el largometraje son siete actores: Ryan Reynolds (Deadpool) , que interpreta a Uno, el multimillonario líder del grupo, Mélanie Laurent (Ahora me ves), que se encarga de dar vida a Dos, una espía de la CIA, Manuel García- Rulfo como Tres, un sicario, Ben Hardy (Bohemian Raphsody) como Cuatro, un ladrón y experto en parkour, Adria Arjona como Cinco, médico, Dave Franco como Seis, un excelente conductor de alta velocidad y Corey Hawkins como Siete, un soldado francotirador. Bajo el mando del jefe del escuadrón, recorren el mundo entero visitando países como Italia, Hong Kong o Hungría para vengarse del gobierno de la nación de Turgistán, que sufre a diario los ataques de su dictador.
Durante todo el largometraje, las explosiones, las muertes y las carreras son protagonistas, tanto, que la narrativa pasa a un segundo plano. Bien es cierto, que pese a ser una película llena de excesiva acción, resulta muy sencillo seguir el hilo de la trama, pues a través de flashbacks conocemos el pasado de cada uno de los miembros del equipo. Además, se presenta la razón por la que están ahí y se han unido, y sobre todo, conocemos de forma clara cuál es el objetivo y el motivo por el que luchan.
Sin duda, una película llena de efectos especiales que atrapan al espectador, pues es imposible no mirar una ficción en la que la acción es imparable y continua. No hay un sólo segundo en el que los personajes no estén luchando o intentando salvar sus vidas. Resulta difícil no sentir adrenalina durante todo el largometraje, por lo que se podría decir que la inversión de Netflix, con más de 150 millones de dólares de presupuesto, ha sido acertada.