Ya lo predecían las encuestas de cara a la nueva visita a las urnas del pasado diez de noviembre, donde se oficializaría el descalabro político de la formación naranja liderada por Albert Rivera, lo que terminaría provocando su dimisión.
El pasado sábado, el Consejo General del partido aprobó, por amplia mayoría, una gestora continuista que dirigirá el partido hasta el 15 de marzo. Diez de los 16 miembros del órgano que decidirán el voto en la investidura proceden de la ejecutiva permanente de Rivera.
Durante los próximos cuatro meses hasta el 15 de marzo, donde tendrá lugar una asamblea extraordinaria donde, todo apunta a que Inés Arrimadas se convertirá en la nueva presidenta. Ciudadanos va a seguir siendo esa fuerza política que ha caído hasta convertirse en la quinta fuerza de nuestro país. La cúpula naranja ha optado por el continuismo para la gestora que va a dirigir el partido durante un tercio de año y que controlará el congreso de la sucesión.
En los puestos clave, que replican los de la dirección saliente, siguen los mismos dirigentes del núcleo de Rivera, con José Manuel Villegas como secretario general y Fran Hervías como secretario de Organización. El presidente de la gestora es Manuel García Bofill.
Prendes, exdiputado, fue uno de los cinco votos en contra de la gestora, que sin embargo fue aprobada por una amplia mayoría del 91,4%. El partido informó también de cuatro abstenciones entre los 128 consejeros presentes, pero no facilitó la cifra de votos emitidos.
Todas las miradas apuntan a que el próximo 15 de marzo se hará oficial la dirección de Inés Arrimadas (portavoz de Cs en el Congreso) para remontar la situación de la formación naranja que actualmente tiene diez escaños tras los últimos resultados electorales. Lo que sí está claro es que Ciudadanos necesita cambios internos para mejorar sus resultados.