Desde hace varios meses, Sudamérica se encuentra sumida en un caos total y profundo. En seis de sus países tienen lugar numerosas protestas por diversos motivos que detallaremos a continuación. No obstante, sabemos que tanto la policía como diferentes organismos estatales están sofocando de manera muy dura las manifestaciones que se suceden día tras día.
En Venezuela el pueblo continúa en crisis, la cual está dando más estragos de lo esperado. Este caso sigue siendo uno de los más importantes y que más revuelo ha causado en este último año. La ayuda humanitaria sigue llegando a cuentagotas y los venezolanos huyen de su país, principalmente a la frontera con Colombia, para encontrar un futuro mejor alejado de la miseria que lleva sufriendo Venezuela desde hace más de un año. El gobierno de Maduro hace frente a una hiperinflación a niveles extremos, a una escasez de productos y a un conflicto político entre él y el autoproclamado presidente interino del país Juan Guaidó, líder de la oposición y respaldado, desde finales de enero hasta la fecha, por una gran mayoría de países importantes como Estados Unidos, Alemania, Reino Unido, Francia y también España.
Corriendo la misma suerte se encuentra el país vecino de Venezuela, Colombia. Allí, las protestas surgen a partir de un paro nacional que no sucedía desde 1977 con motivo de los sesenta años de conflicto armado con las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, una organización de extrema izquierda que se basaba en ideas leninistas).
Una de las causas principales por las que estas oleadas revolucionarias han surgido en estas últimas semanas es la mala gestión del presidente del Gobierno, Iván Duque, perteneciente al partido derechista Centro Democrático. En las elecciones locales que tuvieron lugar el pasado mes de octubre, dicho partido había perdido estos comicios, por lo que en lugares como Bogotá, Medellín o Cali comenzaron estas revueltas que posteriormente han cobrado un fuerte protagonismo en dichas ciudades.
A todo ello, también se le suman unos presupuestos sin aprobar pero con medidas bastante polémicas, como es el caso de las pensiones y supuestas reformas laborales. Junto a esto, la educación también forma parte de los derechos que en estos días reclama el pueblo colombiano, puesto que defienden universidades y escuelas gratuitas y de calidad: solo un 9% de los estudiantes de las familias más pobres de este país pueden permitirse el acceso a una universidad, frente a un 53% de las familias más opulentas.
Pero las huelgas se suceden también por otros motivos aún más graves, como es el caso de los asesinatos a los líderes sociales e indígenas de Colombia que se han acontecido en estos últimos años. Con todo ello, las duras represiones que toma el gobierno para sofocar las manifestaciones son tan violentas, que llegan hasta el punto de ocasionar la muerte (desde la semana pasada, hay 3 muertos, 273 heridos y más de 100 detenidos). Es lo que ha pasado con el joven estudiante Dylan Cruz, quien falleció por un disparo de la policía mientras ejercía su derecho a huelga como el resto de colombianos que se han unido en estas semanas. Dylan ya se ha convertido en un emblema de estas movilizaciones, siendo otro motivo más de protesta para el país.
En Bolivia, el presidente del Gobierno Evo Morales, ha partido hacia el exilio a México, donde se encuentra bajo asilo por el gobierno de este país. Todo ello comienza con un golpe de Estado militar que tiene lugar la noche del 20 de octubre tras los resultados de las elecciones generales que situaban a Evo como ganador de estos comicios. Desde entonces, miles de manifestantes salieron a la calle a protestar por unos resultados dignos y libres de cualquier tipo de fraude, comenzando así lo que se conocería más tarde bajo el nombre de la “Revolución de las Pititas”. A partir de ese momento, la actual presidenta interina de Bolivia y senadora, Jeanine Áñez, del partido católico Movimiento Demócrata Social, ha decidido convocar elecciones lo más pronto posible bajo una ley que anula los resultados de las pasadas. Estas protestas se han saldado con un total de 23 muertos, 715 heridos y 503 detenidos, según datos de la semana pasada.
En otros puntos de Sudamérica, como por ejemplo en Ecuador, el pueblo llamó a la movilización a partir del 2 de octubre debido a ciertas medidas económicas del gobierno de Lenin Moreno. Estos paros nacionales han acabado, según datos de la semana pasada, con 7 muertos, 1340 heridos y 1152 detenidos.
Por otro lado, las protestas que están teniendo lugar en Chile son, principalmente, causadas por un aumento de la tarifa de los medios de transporte de las principales ciudades, surgiendo así una oleada en la capital, Santiago de Chile, y que posteriormente se ha ido propagando hacia las ciudades más importantes del país (La Serena, Valparaíso y La Concepción). Aunque este ha sido el motivo que ha desencadenado esta revolución, también existen otros factores que han conllevado al pueblo chileno a protestar, como lo son las bajas pensiones, la mala calidad de la sanidad y sus tratamientos, así como los altos precios de los medicamentos y fármacos.
En este país, según datos de la semana pasada, ha habido 22 muertos, 2200 heridos y más de 6300 detenidos. Pero la cosa no queda aquí, ya que Haití también está siendo saqueada en estos meses, concretamente desde febrero, por una serie de manifestaciones que están teniendo lugar en el país debido a la corrupción política que ha desembocado en una crisis muy grave. El objetivo de estas movilizaciones y huelgas es la renuncia del presidente del Gobierno, Jovenel Moïse. Así pues, las protestas comenzaron después de que saliese a la luz que dicho gobierno había utilizado de manera indebida la friolera de 3800 millones de dólares en préstamos a una compañía petrolera. Todo ello, junto con los problemas que estaban acentuando una crisis económica, han originado estas revueltas que, según datos contabilizados la semana pasada, las cifras de muertos han llegado hasta 77, mientras que los heridos aumentan hasta 219 y los detenidos, hasta 315.
Estas protestas y rebeliones masivas que se han dado, y se están dando, en estos países de Sudamérica tienen un objetivo común: todos los pueblos latinos se unen para luchar por la paz, por un mundo más justo e igualitario y por unas condiciones dignas para vivir. Y sin ninguna duda, el resto de ciudadanos del mundo deberíamos aprender de ellos.
