ARTÍCULO EN COLABORACIÓN CON JUAN LOPEZ IBÁÑEZ
Sabela Ramil puede presumir de tener su primer disco ya en el mercado. La cantautora ha presentado este 29 noviembre “Despedida”, un disco compuesto de siete canciones en la que se mezclan diferentes estilos y con una producción exquisita. A diferencia de otros trabajos de los últimos triunfitos sacados de la academia, el disco de Sabela, junto al de Miki Núñez y Julia Medina, son de los más cuidados a nivel visual:
Un poco de cómo es por dentro 😍😍 pic.twitter.com/uFRK4xGxza
— n 🇸🇪 (@toveswiftlo) November 29, 2019
Sin embargo, es un disco sublime que pareció ser una revolución pero que ha terminado desinflándose al caer un poco en ‘lo de siempre’.
Ya se hablaba del “arriesgo” de Sabela hace unas semanas con “Despedida”, el preludio de su primer álbum. Un tema que mostraba una Sabela extremadamente distinta a la que se esperaba que había salido de la academia de Operación Triunfo con un cuarto puesto bajo el brazo.
Se hablaba de su tremendo giro en cuanto estilo, y, después de dos semanas y de acostumbrarse a esta nueva Sabela, más fuerte, misteriosa, oscura, como “Despedida”, se presenta un disco que poco a poco va aumentando en alegría y emoción.
A nivel musical puede decepcionar, pero, sí que es cierto que es una gran representación del mensaje que Sabela no ha dejado de repetir: Sabela dice adiós a sus canciones para que sean para el mundo.
“Despedida”, introduce de alguna manera los sonidos y ambientes que en el desarrollo del disco va a ir utilizando. Es un tema de breve duración, apenas dos minutos, pero que consigue despedirse de los sonidos anteriores, y entrar en un nuevo camino que le ha llevado a la creación de un disco, que, como ya se aprecia, es de gran calidad y variación musical.
“Despedida” quita todo al oyente y se marcha con ello, dejándole vacío. Sabela, con este primer tema, “limpia” al oyente para darle nuevos sonidos durante el resto del álbum.
“El Paso” llega justo después del preludio con videoclip incluído que continúa la historia del primero. La oscuridad de “Despedida” empieza un poco a cambiar. Con un toque indiepop que llega a ambientales muy bonitos.
“El Paso” está apoyado sobre un gran instrumental y un videoclip visualmente mágico que, junto con su parte acapella, crea un clima de acercamiento y sensibilidad que envuelve al oyente.
De pronto, se produce un primer cambio de estilo.
“Sin tu amor” rompe con la velocidad y la potencia vocal para introducir un sonido algo mucho más pop. Otros hablan de que ese sonido en el disco ha 'manchado' lo que se esperaba de Sabela tras la presentación de “Despedida”.
Es cierto que el sonido de “Sin tu amor” tampoco es lo que se esperaba de esta nueva faceta de Sabela.
Ofrece unos ritmos lentos y muy melódicos que rozan la sensualidad. Muy parecido al tema “Love on the brain” de Rihanna
Con “Nai”, viaja de nuevo a su tierra gallega del corazón. Canción que empezó a escribir ya en la academia, para los seguidores de Sabela es el tema que más se acerca al estilo que se esperaban, tema que pone como punto más importante su voz.
Dicen ser la joya de la corona de este disco, y es que, transmite ese ambiente de leyendas y magia profunda tintado de pop que tiene Galicia.
“Dame una señal” juega con los coros, la voz principal y la melodía de acompañamiento, llegando a una mezcla de sonidos muy bonitos.
Con guitarra, piano y ese violín que acompaña durante todo este viaje por los sonidos de Sabela, invita al oyente disfrutar con los ojos cerrados y moviendo el cuerpo suave y lentamente al ritmo de la delicada voz de la cantautora.
"Mi reina” vuelve a oscurecer ese camino que parecía ir llenándose de luz a medida que pasaban los temas.
La propia cantante admitió en una entrevista para VAVEL que le costó escribir la letra. “Escribo esta canción para reconstruir mis entrañas”, concluye al final de la canción. Intensidad. Pura sinceridad y puro sentimiento.
“Mi reina” tiene el honor de representar lo más profundo de Sabela además de mostrar la gran capacidad vocal de su autora. La fuerza con la que rompe para poco a poco ir apagándose en su final hace que este tema dé el gran cambio al disco.
Finaliza “Despedida” con “Nazco Yo”. Una bonita forma de hilar toda la historia que le envuelve. Se despide para nacer. Y el propio comienzo suena a nacimiento.
Con una guitarra que marca el ritmo de toda la canción, Sabela muestra una gran calidad compositora de letra. Un gran acompañamiento de orquesta consigue una gran potencia sonora llena de sensibilidad. La dulzura que caracteriza a Sabela termina de envolver al oyente para abrazarle con su letra llena de esperanza, emoción y vida.
Sabela parece haberse 'desinflado' para algunos en este disco. “Despedida” puso el listón extremadamente alto al dar ese giro inesperado, y las expectativas parecen haber manchado un poco toda la obra maestra de la gallega.
Sabela Ramil acaba de entrar en la industria musical con diferentes estilos, arriesgando, rompiendo esquemas en cada canción, encontrándose a sí misma entre unas letras que, desde hoy, vuelan para el mundo en forma de música.
Sabela Ramil se ha despedido definitivamente de todo lo que ha sido suyo estos meses. Con una maestría y profesionalidad exquisita. Desinflada por culpa de las expectativas que la acosan todo el rato. Pero, sin duda, haciendo magia con su música.