Tras la caída en picado de Ciudadanos en las pasadas elecciones, Albert Rivera, ahora ex presidente de dicho partido, decidió dimitir ya que veía necesario un nuevo liderazgo para mejorar el formato del partido de cara al nuevo Gobierno.
La portavoz de Ciudadanos en el Congreso, Inés Arrimadas se presentó como candidata para liderar la formación naranja ya que ella misma admite que tiene un apoyo absolutamente mayoritario dentro de su partido. Además, ha señalado que se muestra «fuerte y valiente» y dispuesta a estar «a la altura de las circunstancias» para «levantar este partido y que el centro político se vuelva a escuchar con fuerza».
La diputada por Barcelona asumió que habían cometido un error en la campaña electoral ya que en esta misma se desorientó a los votantes que apostaban por el partido centrista. Por ello, hace una breve crítica a José Manuel Villegas y a Fernando de Páramo ya que ellos fueron los responsables en elaborar la campaña de su partido. Pero, al parecer el señor Villegas y el señor Páramo dejarán la política tras las primarias y la asamblea extraordinaria que se celebrarán en marzo, como bien han anunciado ellos en persona mediante la cadena Telemadrid.
El hecho de que Arrimadas presente su candidatura para liderar Cs ha originado un antes y un después en nuestra historia política. Por lo tanto, sería la primera candidata frente a otros cinco hombres de las diversas fuerzas políticas de nuestro país. Su posición como mujer ha hecho que quiera rodearse de otras varias de su máxima confianza, como por ejemplo: Patricia Reyes, la responsable de igualdad; Melisa Rodríguez, secretaria de Juventud del partido; Marta Martín, una de los diez diputados que sobreviven en el Congreso; y por último, Begoña Villacís, la cual siempre ha sido la mano derecha de Inés además de vicealcaldesa de Madrid.
Por otra parte, Inés ha afirmado este miércoles que recibió una llamada del Gobierno : «He recibido una llamada del Gobierno, pero no de Sánchez. Para un primer contacto, no hemos podido concretar contenidos, pero para ver si nos veíamos». Además, hacía referencia a que esa llamada no quería decir que en el Gobierno ya le veían como futura sucesora de Rivera, si no que ella iba a ser presidenta y portavoz del grupo parlamentario en el Congreso de los Diputados y, por tanto, la interlocutora en el Parlamento.
Por último, Arrimadas ha dicho que va a dejarse la piel «para que la gente vuelva a ilusionarse con Ciudadanos», convencida de que el proyecto está consolidado y «va a levantar el vuelo» de nuevo.