Los recuerdos pasados afloran envueltos en un conflicto interno. La vida pasa y nos damos cuenta de que vamos dejando atrás momentos inolvidables cargados de valor que no volverán a repetirse. Una Vez Más es una película de añoranza, del reencuentro entre dos jóvenes amantes, pero también del reencuentro de la protagonista con la que era y sigue siendo su ciudad.
Un viaje por Sevilla como jamás habíamos visto. La ciudad de Sevilla se convierte en el paisaje poético que adorna y da sentido a una historia emotiva, con la que es fácil identificarse ya que aborda temas tan complejos y modernos como puede ser el desplazamiento por motivos laborales.
Guillermo lanza un mensaje de apoyo contra la adversidad de los tiempos, pero desde un punto optimista, vitalista por así decirlo, que anima a luchar contra las cadenas del pasado en vistas de un futuro mejor.
En definitiva es una película preciosa, sencilla, que conecta con nuestros recuerdos más queridos y nos los devuelve para disfrutarlos Una vez más, una vez más pero sabiendo que la vida cambia y que es mejor disfrutar al máximo el momento que tenemos antes de que se vaya para siempre.
Pregunta: ¿En qué te has inspirado para hacer la película?
Guillermo: Conforme voy creciendo echo mucho de menos cosas del pasado, de mi vida, en mi ciudad, en Córdoba, con mis amigos de siempre… Me he inspirado a partir de ese sentimiento de añoranza, de esa época que ya he dejado atrás en mi vida, para seguir adelante, para intentar superar ese sentimiento de nostalgia tan profundo que tenía. Como una especie de terapia por así decirlo.
P: ¿Crees realmente que merece la pena dejar todo eso atrás, liberarte de esas cadenas en vísperas de un futuro mejor?
G: Sí, yo creo que no tiene mucho sentido estar siempre recreándose en un tiempo pasado mejor donde fuiste feliz y tenías otras cosas. Yo creo que la vida nos va poniendo en situaciones diferentes y cada momento es superimportante y si siempre estás pensando en el pasado lo que pudo y lo que tenías no disfrutas lo que tienes ahora o lo que puedes llegar a tener en el futuro. Creo que hay que mirar siempre hacia adelante e intentar ser feliz con lo que se tiene, con las cosas que puedes conseguir y no estar tanto recreándonos en el pasado. La película nace un poco de eso, nace de decir la vida tiene momentos muy bonitos, tiene mucha emoción y sentimiento pero hay veces que también es importante saber cerrar una etapa en tu vida porque sino no evolucionamos como personas.
P: ¿Crees que la película puede ser como un mensaje de apoyo para esas futuras generaciones, para los jóvenes que, por ejemplo, tienen que irse al extranjero para continuar con sus estudios y dejarlo todo?
G: Sí, yo creo que la película es un mensaje en ese sentido vitalista, un poco esperanzador porque creo que no hay que tener miedo a lo que pueda venir en un futuro en la vida. Si hay que tomar una decisión que a priori te parece complicada, como dejar atrás tu familia o pelear por conseguir un puesto de trabajo digno y que tenga que ver con lo que tu has estudiado...creo que hay que intentarlo por lo menos. Me parecería mucho más triste si la gente ni siquiera se plantease dar ese paso, por lo menos hay que intentarlo sin dejar de vivir la oportunidad porque sino vivimos un poco como estancados en el tiempo y estamos a disgusto con lo que nos toca vivir y yo creo que la vida no es eso. Al revés, se trata de aprovechar cada momento como si fuera el último, exprimir todas las experiencias al máximo y de vivir y pasar el tiempo que pasamos aquí en este mundo de la mejor manera posible.
P: ¿Fue difícil conectar con el personaje de Abril o te identificaste fácilmente con él?
Silvia: No, fue fácil identificarme con Abril, por ciertos paralelismos en mi vida personal, como estabais hablando de tantos otros jóvenes de nuestra generación. Salir fuera a trabajar y sobretodo volver y encontrarte la vida que habías dejado aquí armada de otra manera. Son situaciones que en mi caso yo he vivido, ya de amigas teniendo críos, no tanto la relación con Dani, una relación con un ex tan clara y tan incierta digamos sobretodo por como se cerró. Pero bueno es una situación fácilmente identificable y en ese sentido, recogiendo un poco lo que estábais hablando el hecho de que Abril vea que su vida esta desmontada de cómo estaba previamente pero tener que reconocer y mirarse también porque de alguna manera la que está transformada y cambiada es ella...no solo todo su entorno sino el viaje interior que hace ella para descubrirse y ver que nueva Abril es ahora después de los cinco años que ha pasado en Londres.
P: ¿Qué mensaje podrías dar para aquellos jóvenes al mundo de la interpretación?
S: Yo diría que se lanzaran por supuesto tanto a la interpretación como a cualquiera, al final se trata de, tirando del mismo hilo que estábamos hablando, de pasar el tiempo en esta vida que tenemos de la forma más grata posible, más rica posible. Entonces es verdad que el mundo de la interpretación está difícil pero yo animaría a todo el mundo que se quisiera dedicar a ello a no desalentarse, ni por los juicios que uno pueda establecer ni por los que te establezcan de fuera que eso es más importante. En los campos artísticos las opiniones son completamente subjetivas, yo creo que hay un paso importante de seguridad en lo que uno hace y por qué lo hace.
Al fin y al cabo nos ha tocado vivir una época difícil prácticamente en todos los ámbitos, es cierto que hay algunos que pueden estar más fáciles pero a veces no tanto en este país sino fuera. Pienso en compañeras médicos, yo estudié enfermería y quería enganchar con medicina antes de cruzarme con el teatro. Osea que fijate el volantazo que pegué yo y entonces con mi familia, concretamente con mi padre tuve mucha trabas siempre cuando yo pegué este cambio y yo al final le decía a mi padre: yo comprendo que te preocupes por mi pero si yo al final decido vivir mi vida de una manera… yo le decía a lo exagerado; si yo quiero vivir debajo de un puente es que elijo yo vivir debajo de un puente, ¿sabes que te digo? Entonces hay algo ahí de intentar tu camino y luchar por sueños que quieras y al fin y al cabo, insisto, nos ha tocado una época difícil que si hay que irse fuera para hacerlo pues mira que vamos a hacer, peor sería quedarse aquí anquilosado, yo creo que la pena es no haberlo intentado en cualquier aspecto de la vida. Que luego te lanzas y no te sale bueno pues recalculas, no pasa nada.
P: Ya que eres de aquí, ¿qué ha significado para ti grabar en Sevilla, como te ha influido eso a la hora de interpretar al personaje?
S: Ha significado muchísimas cosas, después del estreno de ayer, que estamos todavía muy emocionados, yo lo vengo diciendo estos días pero ya la palabra se carga de valor; esto ha sido un regalo total, que me ha caído del cielo, con la oportunidad que me dio este equipo de trabajar con ellos y de interpretar este papel. Tanto por grabar efectivamente en las calles de Sevilla y el significado, las connotaciones personales que ya lleva eso para cada uno, y luego el hecho de haberlo estrenado en casa con gente tan querida, eso es incalculable e irrepetible. Cuando me va a pasar otra cosa así de una película desde el principio hasta el final con el personaje que manejo yo, estrenando en casa, en el teatro de la ciudad, con tanta gente querida allí viendo aquello, con un equipo tan familiar, tan chiquito, tan cercano…
P: ¿Qué aporta realmente Sevilla a la película, tanto en el plano visual como en lo emotivo, por qué la ciudad de Sevilla?
G: Bueno en lo emotivo es fundamental, yo no nací aquí, soy de Córdoba pero vine a estudiar a Sevilla hace veinte años la carrera y enseguida me enamoré de la ciudad. Pero me enamoré porque para mi supuso un antes y un después, supuso salir de mi casa, empezar a vivir solo, conocer una realidad cultural, de gente, de amigos… de gente de toda Andalucía que conocí en la carrera. A mi me abrió el mundo Sevilla, y entonces claro empezó una etapa en mi vida en la que viví mucho en la calle, empecé a ir a cafeterías, a cines, a teatros, a ver conciertos... para mi Sevilla me cambió la vida en ese sentido y yo sí que tenía claro que en la primera película que hiciera quería un poco devolverle ese cariño a la ciudad, que tanto me dio y me acogió aquí.
Quise recorrer muchos de los lugares que me encantan de Sevilla y que yo normalmente recorro. De ahí todos los paseos que hacen los personajes por la ciudad de Sevilla tanto por el caso histórico como por sitios mucho más normales donde los sevillanos normalmente vamos, a los cafés, a las plazas… yo soy un amante de la bicicleta me encanta recorrerla en bici pues también quería que eso estuviera presente. Incluso quería mostrar partes de Sevilla muy controvertidas como la torre Pelli o incluso Las Setas, que tanta controversia han generado y también quería que estuvieran presentes y naturalizarlas porque ya hoy día son parte de la ciudad.
Significa mucho y yo quería mostrarla de la mejor manera posible.
P: ¿Qué tal fue la experiencia de rodaje?
S: fue muy bien, solventando muchísimas dificultades, un equipo pequeñito muy cercano. Pasaron… bueno cosas que pasan, muchísimo calor, muchísimo frío, adversidades de atascos, otro día que hubo que recalcular planes porque justo venía el rey Felipe sexto y había un tinglado montado en la ciudad horroroso. Pero muy divertido, yo tengo recuerdo de muchas risas, de muchas risas solventando dificultades visto también desde mi parte.
La gente de producción pobrecita que se partió los cuernos trabajando y teniendo que cortar calles, sacar a gente de sitios.. en fin cosas típicas y siempre jugando con el tiempo, el tiempo en los rodajes siempre juega en contra, sobretodo por la noche, a pesar de lo agradable que es grabar por la noche.. Pero ha sido una experiencia muy positiva en ese sentido con todo el equipo y luego para mi ha sido un aprendizaje muy bueno. Destaco especialmente el trabajo que me ha brindado esta oportunidad de trabajar aquí con Jesús Perujo, que es el director de fotografía, el técnico de cámara, he aprendido muchísimo con él de la importancia del trabajo, de la técnica que es evidente y es obvia pero experimentarla de la manera que lo he hecho con él ha sido muy rica y un aprendizaje muy bueno para mi.
Pero muy bien, ha sido muy intenso pero con un equipo muy chiquito, todos arrimando el hombro… da mucho gusto hacerlo y sale con mucho cariño todo.
G: fue una delicia rodar en Sevilla, la verdad que fue muy intenso y bonito. Quizás una de las mayores complicaciones es que en la película se muestran muchas localizaciones y cada día teníamos que cambiar de localización, osea solo teníamos una oportunidad de grabar en el parque María Luisa, un día de grabar en el paseo del río, otro día grabar en el cine… entonces íbamos siempre con la agenda a contra reloj porque decíamos vale, es que el día que tengo para grabar aquí es hoy y mañana no tengo permiso entonces lo que tengamos que hacer lo tenemos que hacer hoy. Entonces en ese sentido fue un reto y también complicado a nivel de logística porque bueno éramos treinta personas en el equipo y constantemente nos teníamos que mover, teníamos que cortar calles… en fin no deja de ser una producción modesta y que bueno no era fácil.
Tuvimos suerte de que no nos llovió ningún día porque la película está ambientada en un solo día en Sevilla, y entonces si nos hubiera hecho un día muy diferente en la climatología respecto al anterior pues no nos hubiera casado. De hecho en la película hay una parte en la que llueve en Sevilla y eso lo recreamos, porque sí que queríamos tener ese control total de que lo que se viera en pantalla era lo que queríamos enseñar. Pero en serio que hubo mucha suerte y la ciudad entera se volcó, osea el ayuntamiento nos apoyó desde primera hora, comprendió el proyecto, nos dieron muchas facilidades y la verdad es que estamos muy contentos y muy orgullosos de haber podido grabar aquí en nuestra ciudad.
P: Realmente lo has dado todo, tanto dirección, como producción, como guion, has hecho hasta un cameo en la película. ¿Qué realmente te ha aportado a ti la película?
G: Ha sido muchísimo, a veces pienso que no he contado una historia sino que lo que se ve en la pantalla es una traslación de lo que soy yo mismo, yo quería hacer muchas cosas en la película porque quería ser parte de esta experiencia. Entonces pues claro he hecho el guion, la dirección, la producción, el montaje, he escrito la canción oficial de la película, interpreto un papel y he diseñado el cartel también, he hecho el tráiler y… creo que voy a hacer más cosas todavía en cuanto a promoción porque estoy tan contento de haber podido contar esta historia y es una cosa que me toca tanto en lo emocional y que nace de algo tan profundo mío que para mi es mas importante participar yo en el proceso que contar con gente que a lo mejor lo hubiera hecho mejor. Que a lo mejor hubiera salido un cartel mejor si hubiera contratado a un diseñador, vale, pero entonces yo no hubiera disfrutado tanto del proceso, a lo mejor la película hubiera estado mejor montada si hubiéramos contratado a un montador, vale, pero entonces esa experiencia no la habría vivido yo.
Como creo que la película habla mucho de eso de vivir las cosas en primera persona, de lanzarte, creo que había que ser coherente e intentar hacerlo todo. Osea obviamente, el cameo es una pequeña chorrada, hay miles de actores mucho mejores que yo pero entonces no lo habría hecho yo. Esto es como cuando ves una foto de hace quince o veinte años de una fiesta y tu dices; ¡qué pena!, ¿dónde estoy yo en la foto? No, es que tu la estabas haciendo. Entonces te da coraje no salir en la foto, pues por eso quería salir en la película. Yo quería estar en esa foto que era parte de ese grupo de amigos que lo pasan bien y yo creo que por eso también me he rodeado de mucha gente así, casi todo el reparto era gente que conocía y que quiero mucho. Porque quería que todo eso fuera cuánto más sincero y más honesto mejor pues creo que se disfruta y que se palpa también en la película.
Hay una escena que resume para mi mucho de lo que es la juventud, simplemente estar con los amigos cantando por la calle… para mi esa escena no estaba escrita originalmente en el guion pero estaba pensando, creo que le falta algo… de mostrar o de resumir la esencia de qué se supone que es la felicidad, de la juventud con los amigos, y por qué no pasear simplemente por la calle y cantar con ellos y reírse y entonces decidímos hacerlo y claro yo ahí tenía que estar porque cómo no voy a estar ahí si es algo que yo hacía con mis amigos siempre y cantábamos la misma canción y recorríamos las mismas calles. Es como una foto del pasado pero hecha ahora, y el cine tiene eso de jugar un poco y de volver a recrear momentos de tu vida que ya pasaron y que ya los creas, los fijas y los vuelves a disfrutar.
P: Es el 30 aniversario de la Facultad de Comunicación de Sevilla, ya que estamos hablando de añoranza. ¿Puedes decirnos qué recuerdos tienes de la facultad? ¿Cómo te ha inspirado tu paso por la facultad? ¿Tienes algún mensaje para las personas que estudian allí?
Jo, pues tengo muchísimos recuerdos. Pues yo es que empecé periodismo en mi época, yo es que entré en el 99 y a mi me encantaba el cine, siempre he querido contar historias pero fíjate que no sabía yo que significaba eso de comunicación audiovisual, pensaba que estaba más orientado a la técnica que a la creación. Entonces entré en periodismo y bueno me encantó el primer ciclo que eran asignaturas comunes, pero enseguida vi que a mi lo que me tiraba más era el cine. Entonces me pude cambiar en segundo ciclo y hice comunicación audiovisual, termine la carrera y mi generación fue la última que cerró en edificio que está en Gonzalo de Bilbao. Osea que yo ya no disfrute de la nueva facultad que esta en la Cartuja, con lo cual yo creo que todavía mi paso por la facultad lo tengo como más mitificado porque yo cerré una etapa, y además una etapa muy entrañable porque además no había, bueno supongo que ahora tendréis muchos medios técnicos, tendréis un plató, cámaras y tal… pero a mi eso me daba igual. Yo aprendí a maquetar un periódico y lo hacíamos con un escalímetro y lo hacíamos con unos folios y tal… creo que la técnica no es tan importante. Lo importante siempre es tu herramienta, es tu cerebro, es tu capacidad de crear y de construir cosas.
Para mi la época de la facultad fue maravillosa y lo utilizaba todo, me volcaba, aprendí a revelar fotografías, utilizaba el laboratorio, de hecho conocí a Cristina Domínguez, que es una de las actrices, la que hace de su prima, en un laboratorio de fotografía en la facultad. Estuve muchos años vinculado al cineclub de la facultad… proyectabamos películas, he estado en fanzines, cuando hubo que hacer protestas estudiantiles nos encerramos en la facultad, programabamos cine veinticuatro horas, participaba en las barriladas… Hay otro grupo que aparece en la banda sonora de la película, que es Dani Llamas, que toca una canción que se llama Make it Last, que es algo así como; que este momento dure para siempre, que es la escena en la que vais con las bicicletas por Sevilla, pues él era un compañero en la facultad, que hacía las barriladas conmigo, que tocaba la guitarra, que hacíamos mil cosas… Además yo escribí un guion en la facultad para una asignatura que era de… de guion creo o de realización no me acuerdo. El 60 % de lo que se ve en la película de hoy parte del guion que yo escribí que era el reencuentro entre un chaval que… bueno la niña que le gustaba era de otra ciudad y tal… y llegaba a Sevilla y solo venía a pasar un día porque venía como a hacer unas prácticas en farmacia y él iba a recogerla y entonces se pasaban todo el día recorriendo Sevilla y el intentando como volver a enamorarla y volver a reconquistar ese amor… y bueno pasaban más cosas y yo creo que estaba peor escrito, era más inmaduro, era otro tipo de guion pero ya tenía esa inquietud de hacer algo muy urbano en Sevilla y tal.
Para mi la facultad es maravillosa y ojalá hubiera durado más, mi plan era de cuatro años y se me quedó super corto porque me cambié de carrera ahí entre medias y… yo hubiera estado más años en la facultad. La verdad es que siento muchísimo cariño y de verdad aprovechadlo lo máximo que podais porque es una época maravillosa.