La primera temporada no dejó indiferente a nadie, el retrato más auténtico de la Sevilla del siglo XVI quedaba en manos de Pablo Molinero, Patricia López Arnáiz y Sergio Castellanos como indiscutibles protagonistas. Ahora, tras cinco años desde que Sevilla superara la horrible enfermedad de la peste, vuelve una nueva ciudad limpia, luminosa y con ganas de salir adelante, pero ante todo, llena de corrupción, en la que el poder y el dinero desatará la creación de La Garduña, la mafia. Nuevas tramas se suman a esta producción de la plataforma Movistar+, donde tal y como nos cuentan los protagonistas, la acción es la clave. Hemos tenido la oportunidad de entrevistarnos con varios miembros del elenco, quienes nos cuentan por un lado las actrices Melina Matthews, Cecilia Gómez y Claudia Salas y por otro los actores Luis Callejo, Federico Aguado y Julián Villagrán qué se va a esperar en esta nueva temporada.
Pregunta: ¿Me podríais hablar un poco de vuestros personajes? ¿Qué trama van a llevar a cabo o con qué personajes se van a ver relacionados?
Cecilia Gómez: Eugenia después de estos cinco años que han pasado sigue enlazada con el personaje que interpreta Patricia y sigue empoderando la lucha del derecho de las prostitutas.
Melina Matthews: Mi personaje es Juana de Dávila, la esposa del alcalde, el Asistente de Sevilla. Estará trabajando codo a codo con su marido, de hecho, ella ejerce un poco de consejera.
Claudia Salas: Yo interpreto al personaje de Escalante, que es una prostituta muy joven. Su punto de partida es su expulsión de la Mancebía, que es donde se ejercía la prostitución, porque padece una enfermedad, la sífilis, que en esa época estaba muy a la orden del día porque aparte de ser una enfermedad de transmisión sexual, pues se debía a la falta de higiene. Empieza desahuciada y gracias al personaje que interpreta Jesús Carroza, que es el de Baeza, emprende un camino de compañerismo con partes de amor. Cuando se recupera de esta enfermedad intenta luchar al igual que el personaje de Cecilia por las condiciones de las prostitutas.
P: Hasta ahora habéis interpretado a personajes muy reivindicativos, mujeres libres y fuertes… ¿cómo os sentís al recibir este tipo de papeles, con tanto carácter?
Cecilia Gómez: Yo me siento súper orgullosa, sobre todo porque al final sí ha cambiado, pero hoy por hoy sigo viviendo un símil, no con las prostitutas en sí, pero si de la mujer. Ya no estamos bajo el yugo de nadie aparentemente, o no todas, pero aún queda mucho por hacer, por lo que tener el privilegio de poder encarnar a este tipo de personajes es maravilloso.
Melina Matthews: Pues estoy muy de acuerdo, siempre es un orgullo recibir un personaje como ellas y sobre todo un gustazo y un honor. Sobre todo para que cuando nos vean las nuevas generaciones que tomen nota (risas). Creo que sería un buen ejemplo a seguir.
Claudia Salas: Sí, sobre todo también por la época, porque tener el regalo de interpretar a tres mujeres que a pesar de la época, las condiciones y las normas que había por aquel entonces tengan la fuerza y el valor para alzar su voz y luchar por una causa justa para otras mujeres pues… es muy bonito poder ponerte en la piel de esa persona y un orgullo porque creces mucho como persona y como actriz.
P: Una vez que supisteis que erais la elegidas para interpretar a vuestros personajes, ¿qué proceso de preparación seguís para adentraros en ellos y sobre todo en una época tan sórdida como el siglo XVI?
Melina Matthews: Para las chicas seguramente será diferente, lo mío fue el corsé (risas), ya cuando me lo puse me adentré en la época enseguida. Sobre todo en cosas de época, cuando llevas ropa que no tiene nada que ver con lo que se lleva hoy te adentras más fácilmente.
Claudia Salas: En mi caso, yo no llevaba corsé porque vengo de otra clase social totalmente diferente, pero también me ayudó mucho la ambientación y la caracterización del set, una vez que te ves vestida con toda la suciedad que te ponen en el pelo, las uñas, los dientes… cuando te ves, ves directamente al personaje, una persona que no tiene nada que ver contigo. Además, yo partí mucho de análisis de guión, creando una biografía, de donde venía esta chica, qué le había pasado antes para ser como es, siendo tan fría, desconfiada… y luego pues analizar cada secuencia para tener un mapa de dónde estaba y a dónde iba en cada momento.
P: ¿Qué os aportó conocer el día a día de la época, ya no sólo como mujeres, si no en ámbitos generales como pueden ser las posiciones sociales?
Melina Matthews: Realmente te das cuenta de que las cosas tampoco han cambiado tanto, todas las desigualdades que hay en la sociedad actual tanto a finales del siglo XVI… quiero decir, siempre existe esta desigualdad, pero está mucho más marcada evidentemente en la época porque no había el avance que hay ahora en la medicina, en la educación… por lo cual está mucho más marcado pero sí, siempre es bonito entender como funcionaba la sociedad en la época. Hay un trabajo muy grande de Pedro Álvarez, que es el historiador, que es increíble y muchos de nosotros nos apoyamos en él.
P: ¿Cómo se os presenta el proyecto y qué es eso que hace que aceptéis el personaje?
Cecilia Gómez: A mí es que me pareció un regalo, simplemente por el equipo, el rodaje en Sevilla… era imposible decir que no.
Melina Matthews: Yo tenía la sensación de que me había tocado la lotería, más allá de si el personaje tiene más o menos presencia, da igual, porque formar parte de este universo es como ganar la lotería. Sobre todo nosotras (Claudia y yo), que habíamos entrado en la segunda y ya habíamos visto la primera temporada, teníamos la sensación de que era como una obra de arte, como una película en capítulos. Cine, en mayúsculas.
Claudia Salas: Sí, yo creo que fue un regalo para las tres. Es un proyecto que está tan armado, cuidado y elaborado…. Cada departamento no podía trabajar mejor y en pro a favor de obra, es maravilloso poder estar aquí. Yo al igual que Melina, ya había visto la primera temporada y es esa sensación cuando tu ves algo que te gusta mucho y dices… yo quiero estar ahí. De repente te llega la oportunidad y sólo puedo decir gracias, también con un poco de miedo, pero al final todos te lo ponen tan fácil que te sientes parte de la familia desde el segundo uno.
P: Rodada en Andalucía, ambientada en Sevilla y presentada en Sevilla, siendo la primera vez que se estrena en este festival una serie de este tipo con una plataforma detrás como Movistar+. ¿Qué tal la experiencia y el rodaje en el sur?
Cecilia Gómez: Para mí también ha sido como un regalo, yo he nacido aquí pero me tuve que ir de jovencita. Volver a Sevilla ha sido muy bonito, sobre todo porque no conocía la ciudad y gracias a la serie y haber rodado aquí he podido conocerla, que al igual que Claudia, ha hecho que me enamore de Sevilla y no sabía que estaba tan enamorada de ella.
P: La primera temporada fue un gran éxito, la expectación es alta y se espera un nuevo triunfo, ¿qué pueden aportar vuestros personajes para que el espectador se atrape de nuevo con la segunda temporada?
Claudia Salas: Yo creo que el papel de la mujer en la época y que se haya dado visibilidad, no que sólo se vea que los hombres son los que llevan el peso importante, si no que ellas por condiciones sociales estaban detrás, pero también tenían mucho peso y a veces incluso iban por delante de ellos, entonces yo creo que es una forma de empatizar y abrir una ventana de lo que pasaba. Luego, obviamente la temporada tiene mucha más acción, la trama es muy potente, que va de la mano de La Garduña. A veces leía el guión y tenía la sensación de estar ante una película de acción.
A mí me gustaría resaltar el trabajo del departamento de arte de este proyecto. Cuando llegué el primer día rodábamos en un convento abandonado de Carmona y lo habían aclimatado todo con inciensos, y muchas veces me descubría andando por el set tocando las paredes para ver que era decorado y qué real del sitio porque es increíble el trabajo que había detrás.
Melina Matthews: Ahora La Peste bubónica ya ha desaparecido, es una nueva Sevilla. Rica, limpia, como una gran babilonia donde hay mucha riqueza y donde hay riqueza pues hay poder y corrupción. También es la búsqueda del poder de La Garduña, que tiene incluso un paralelismo con la política de hoy en día.
Cecilia Gómez: Sí, además la población crece, cosa que desborda la ciudad pues hay muchas bocas que alimentar y por eso también nace La Garduña, pues al final donde hay poder hay una mano blanca.
La acción es la clave, pero junto a ella, el papel de la mujer por la lucha en igualdad de derechos se presenta como protagonista de la trama, donde los personajes femeninos alzarán la voz por ser escuchadas. La trama de la mafia La Garduña nos la cuentan los actores.
P: ¿Me podríais hablar que un poco de vuestros personajes? ¿Qué trama van a llevar a cabo o con qué personajes se van a ver relacionados?
Luis Callejo: Yo soy Conrado, soy un tío chungo que dentro del negocio de La Garduña es la pezuña, una especie de sargento que organiza a quien hay que matar, hay quien hay que cortarle la lengua, si hay que hacer alguna oferta a alguien que no puede rechazar…
Julián Villagrán: Yo soy el flamenco, que es un bohemio que transita entre los bajos fondos, La Garduña y el poder y tiene ciertos secretos escondidos que no se pueden desvelar y es una especie de bohemio con problemas de adicción al láudano, que era un derivado del opiáceo que se usaba medicinalmente en la época.
Federico Aguado: Yo soy Pontecorvo, que está basado en un personaje histórico que se llamaba Puño en Rostro, que fue un alcalde que tuvo Sevilla. El personaje llega a Sevilla por encargo del rey y se encuentra en la ciudad más importante del imperio pero también en la más corrupta. Ahí se adentra en un mundo desconocido ya que es militar y no tiene nada que ver con la política.
P: Una vez que supisteis que erais la elegidas para interpretar a vuestros personajes, ¿qué proceso de preparación seguís para adentraros en ellos y sobre todo en una época tan sórdida como el siglo XVI?
Luis Callejo: La primera temporada era muy buena referencia para ver qué atmósfera y dicho lo cual, es una cosa que está tan bien trabajada a todos los niveles; guión, puesta en escena, atrezzo, arte… pues sólo tienes que plantarte ahí dentro, que te llenen de mierda o no, según el personaje que hagas y tirarse a la piscina, en este caso un poco a la charca.
P: La primera temporada fue un gran éxito, la expectación es alta y se espera un nuevo triunfo, ¿qué pueden aportar vuestros personajes para que el espectador se atrape de nuevo con la segunda temporada?
Julián Villagrán: Yo creo que esta temporada es más dinámica, hay un poco más de acción. En mi caso mi personaje es bastante luminoso, gracioso, dentro de toda la pesadumbre que supone la peste y el tono general de la serie.
Federico Aguado: Sí, la serie obviamente habla de una enfermedad y la segunda habla de una mafia, ya solamente eso crea una acción, lo que le da una rapidez y un dinamismo muy alto. Yo soy de los que piensan que en las series hay que mantener un elenco base pero creo que está bien la incorporación de nuevos personajes porque son tramas nuevas, no siempre se puede hablar de la misma trama.
P: ¿Cómo se os presenta el proyecto y qué es eso que hace que aceptéis el personaje?
Luis Callejo: No es que nos llamaran para hacer el papel, aunque bueno, hay veces que llaman y dicen: el papel es tuyo, pero otras veces tienes que hacer casting. Yo pasé una prueba para esto, quiero decir, que había competencia.
Julián Villagrán: Hombre, yo si me llaman aquí estoy. Cuando me llamaron Alberto Rodríguez y Rafael Cobos no lo dudé, y más con La Peste.
Federico Aguado: Te llama Alberto Rodríguez para hacer una serie y más La Peste, sabiendo la producción que es y la órbita que lleva… Además que esta serie fue una de las que inició todo esto de las plataformas. Yo también tuve que pasar dos pruebas, de hecho, alquilé un traje de época para la primera prueba.
P: Rodada en Andalucía, ambientada en Sevilla y presentada en Sevilla, siendo la primera vez que se estrena en este festival una serie de este tipo con una plataforma detrás como Movistar+. ¿Qué tal la experiencia y el rodaje en el sur?
Luis Callejo: Sí, ya no sólo es Madrid y Barcelona si no que efectivamente lo raro es que esto no haya explotado antes aquí, suena a tópico pero hay talento por cada esquina en la ciudad.
Julián Villagrán: Sevilla es muy grande y el equipo es impresionante. Yo los conozco desde hace muchos años, pero el engranaje profesional de la industria es impresionante y ya viene mucha gente de Madrid a rodar aquí porque los profesionales son increíbles.
Federico Aguado: Ha sido increíble trabajar en Sevilla y como actor poder estar viviendo en Triana seis meses… estaba emocionado. Poder acabar del rodaje e irte a dar un paseo por esta ciudad es gloria. Aparte de ser bonita a la mínima todo el mundo te habla, es una ciudad muy acogedora para los que venimos de fuera.
P: ¿Qué os ha aportado como actores rodar en una época como el siglo XVI?
Julián Villagrán: Cuando vi la primera temporada no imaginé los suelos embarrados, la oscuridad… eso está muy bien retratado, el ambiente que se debía respirar entonces.
Federico Aguado: A mi me llama la atención lo poco que valía una vida. Con todo esto de la Inquisición morían como chinches. La deshumanización era muy heavy en la época. Yo en teatro lo he tocado más que en ficción y esta época es heavy.