Se dice mucho que el futuro del país son los jóvenes, se dice también que cada vez las generaciones tienen menos interés por las cosas importantes, por la política, por la actualidad, y que sólo les interesa salir de fiesta y las redes sociales. Pues haciendo uso de una de esas redes sociales en las que están los jóvenes, la "generación Z", tan involucrados, concretamente Instagram, he realizado una encuesta para conocer que opinaban sobre la política española actual. De esta manera pretendo dar voz y cabida a todos aquellos que participaron, porque quizá lo que piensan las generaciones venideras debería ser escuchado más a menudo.
Las preguntas que realicé fueron las siguientes: “¿Os interesa la política nacional?”,” ¿Leéis sobre la situación política española habitualmente? (Al menos 4 veces en semana)”,” Si contestasteis sí, ¿Qué medio utilizáis para informaros? (RRSS, televisión, periódicos en papel, periódicos digitales, …)”,” Si vuestra respuesta fue no, ¿Cuáles son vuestros motivos para no hacerlo?” y la última pregunta que lancé y quizás creo que la más significativa fue: “Brevemente, ¿Qué opináis sobre la situación de la política española actual?”.
Antes de realizar la encuesta pedí sinceridad y eso es lo que descubrí en las respuestas. A la primera pregunta una inmensa mayoría me contestó que sí, que estaban interesados por la política de nuestro país, aunque muchos sin embargo admiten que no leen sobre ella habitualmente. Aquellos que sí que leen al menos 4 veces al día sobre la situación actúa del país dicen hacerlo a través de redes sociales, más concretamente a través de Twitter o en perfiles concretos de particulares y las cuentas oficiales de los partidos. También fueron muchos los que admiten que se informan a través de los noticiarios televisivos y los periódicos digitales. Minoritariamente algunos de los encuestados se informan gracias a la radio. De esta pregunta saco una muy sencilla conclusión: pueden acusar a la “generación Z” de la muerte de los periódicos en papel, pero no de estar desinformados.
Aquellas personas que contestaron que no leían sobre política habitualmente pero que realmente si les interesaba, expusieron sus motivos en la tercera pregunta de la encuesta. Entre esas respuestas me encontré la vagancia y la pereza, pero acompañada de la indignación. La sobreinformación abruma a algunos jóvenes, sobre todo cuando no hay ningún resultado positivo, mucha información, pero nunca para exponer acontecimientos positivos para el país. También hay quienes respondían que la poca objetividad de los medios les creaba recelo y por eso preferían no leer sobre los temas de la política actual. Además de pensar que quizá el cambio del país debería comenzar en las aulas y con una educación diferente.
Las respuestas a la última pregunta son la mejor definición del ambiente que se respira en las calles y sobre todo entre los jóvenes. Las respuestas iban desde “una vergüenza”, pasando por “una tomadura de pelo” y un “de cachondeo”, llegando hasta un simple “risa”. Estas respuestas eran breves pero muy significativas, aunque también hay quienes expusieron su idea un poco más, en resumidas cuentas, lo que me encontré entre estas respuestas más largas fue: los políticos luchan por el poder, dicen que todo va estar bien para la población, pero luego no piensan en ellos. Nadie cede y todos quieren todo, creando la inestabilidad y decadencia del país.
Es muy fácil sacar una conclusión de todo esto: quizá aquellos que gobiernan o quieren hacerlo, deberían escuchar las voces en las calles, aquellas que dicen que se plantean si votar en las siguientes elecciones, aquellas que están desencantadas con todos los partidos, con las decisiones que se toman y con el uso que se hace de su voto. Quizás los jóvenes no estén tan equivocados y no sean ellos los que están haciendo las cosas mal. Quizás tengan razón y todo sea “un auténtico circo”.
