Crítica: El final de 'El Camino' 
Fotografía de Jesse Pinkman- Imagen: Netflix

El estrés postraumático es una enfermedad mental que nos afecta tras haber vivido un evento aterrador, o simplemente con haberlo presenciado. Entre sus síntomas se encuentran la angustia grave, las pesadillas, o, como en el caso de Jesse, las reviviscencias de aquel evento aterrador.

El Camino no es un episodio más de Breaking Bad, no es la vuelta de Jesse Pinkman al negocio de la metanfetamina, El Camino es un viaje a través de la psicología humana. Es la búsqueda de la paz mental por parte de Jesse.

Cualquier persona que hubiese vivido lo que Jesse vivió bajo las órdenes de Todd y su tío, hubiese necesitado rehabilitación por parte de un psicólogo durante años, tal y como indican los expertos en el tratamiento del estrés postraumático. Pero como nos muestra la serie a lo largo de 5 temporadas, la vida de Pinkman es más compleja que la de los demás.

Pues Pinkman, tras los impactantes sucesos que nos deja el último y espectacular episodio, Felina, es buscado por la policía.

Su viaje hacia la paz mental pasa por su viaje al anonimato. Para emprender este viaje, la película introduce en el a personajes tan míticos de la serie como el delgaducho Skinny Pete, el ´atontao´ Badger o al carcelero Todd.

Imagen de la serie Breaking Bad
Imagen de la serie Breaking Bad

El Camino no tiene problema alguno en mostrarnos de que universo viene, pues en la película podemos ver sitios tan icónicos para el fan como el vertedero de Joe, lugar donde comienzan los encuentros de Walter y Jesse con Tuco Salamanca, o cosas más concretas, como la araña que Todd se queda tras asesinar a aquel niño en moto.

La película transcurre intercalando escenas entre este camino hacia la paz, y el infierno en el que Jesse vivió encerrado. Y, en parte, esto es lo que más nos puede llegar a fallar en la película. El espectador tiene que poner de su parte para imaginarse al Todd que ayuda a Walter (pues el actor Jesse Plemons ha cambiado bastante físicamente) o al Aaron Paul de 2013, pues la edad no pasa en vano.

Aún así, El Camino es una última caricia al fan de aquella caravana mugrosa, de aquel ¨Say my name”. Es el punto y final, a una historia, que sí que concluyó para Walter, pero que se dejó como una ventana abierta para Jesse.

Y es que, al final de todo, Breaking Bad es más que Walter White, es un universo donde convive una pareja de pilares, y el segundo pilar fundamental encuentra su final con esta película.

Y tú, fan de Breaking Bad, ¿a qué esperas para verla?

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