Pablo López lleva ya más de un año presentando su gira 'Santa Libertad' por muchos rincones de España y de Latinoamérica para promocionar su último album 'Tierra, Fuego y Libertad'. No obstante, el malagueño optó por un formato diferente para 3 ciudades en concreto: Madrid, Sevilla y Valencia. Se trata de un concierto 360º donde sólo reinan un piano y su voz, con un resultado magistral donde Pablo dio toda una lección musical que duró más de hora y media.
Maestranza abarrotada y entregada
La elección de la Maestranza para acoger este formato de concierto fue todo un acierto. Más de 8.000 personas acudieron a esta histórica plaza en pleno centro sevillano para lo que sin duda fue un espectáculo que pasará a la historia. Los asistentes cantaron, bailaron y se emocionaron con un show en el cual los aplausos y los halagos a Pablo no cesaron en ningún momento. El escenario disponía de 4 ambientes diferentes, con un teclado por un lado, un órgano por otro y el otro extremo, más cálido, con una guitarra eléctrica. Además, no podía faltar un gran piano de cola en el centro, el gran protagonista.
Pablo López, inmejorable
Un piano, el cual todos sabemos que el de Fuengirola toca magistralmente y con una habilidad asombrosa, y su voz única, fue lo único que Pablo necesitó para poner en pie a toda la plaza entera. Ese momento en el que el malagueño comienza a cantar con el único acompañamiento de las teclas de su piano mientras todo el recinto permanece hipnotizado es algo que merece la pena presenciar en vivo. En todo momento, el artista transmitió cercanía con su público y mostró dinamismo y sentido del humor, siendo capaz se hacerse presente en todos los lados de un escenario donde no existían los ángulos muertos. Sin duda alguna, Pablo López es uno de los mejores artistas del panorama musical español actual y en Sevilla lo demostró. Es un artista que hace lo que le viene en gana en cada concierto, sin setlist, reinando la improvisación para la sorpresa de los espectadores, siendo algo que le hace más único aún.
Concierto lleno de grandes momentos
Pablo hizo una entrada triunfal sobre la arena de la Maestranza, rodeó la plaza y se sentó sobre el piano de cola central para ofrecer la primera sorpresa: el malagueño hizo una preciosa versión del tema "Sevilla" de Arturo Pareja Obregón.
El concierto fue avanzando, con los grandes clásicos como "El Niño", "Lo Saben Mis Zapatos", la cual finalizó a capella"La Mejor Noche de Mi Vida", "El Mundo" o "El Gato". Más tarde se subió sobre el escenario la mayor sorpresa de la noche: Antonio Orozco, que aunque no podía cantar, acompañó a Pablo mientras este versionó los temas "Estoy Hecho De Pedacitos de Ti" y "Devuélveme la vida".
Los grandes momentos de la noche llegaron sin duda con "Te espero aquí", acompañado por una guitarra eléctrica, "Tu Enemigo", con la que Pablo puso al público en pie, y la última canción, que no puede faltar en ningún concierto del artista: "El Patio", un tema lleno de fuerza con la que Pablo se despidió de los sevillanos allí presentes, interpretando los últimos versos de la canción a capella a la vez que salía del recinto, a modo de glorioso e inesperado final.
Después del concierto, cada persona que salió del recinto posiblemente sacaría sus propias conclusiones pero algo que a mi me ha quedado claro es que Pablo Lopez es un artista que se merece todo el respeto como cantante. Pero, además, Pablo López es músico, y eso es algo que no abunda en un momento en el que triunfan canciones llenas de homogeneidad. Por ello, que un cantante sea capaz de llenar auditorios y recintos con un público expectante en todo momento mientras él no se despega de su inseparable piano, tiene mucho mérito. Lo que consiguió hacer Pablo en la Maestranza no está al alcance de cualquier cantante.