The Dead Don't Die es una combinación muy interesante y diferente a todo lo que el director Jarmusch está acostumbrado a mostrar. Es verdad que Jarmusch hace películas que otros directores no se atreven a hacer; películas con grandes mensajes, sátiras políticas y sociales que critican directamente la realidad en la que se vive y que sólo algunas personas son capaces de comprender en su totalidad.
En esta producción, el director trata de adentrarse en la ciencia ficción de los monstruos zombies, pero usándolos como consecuencia del cambio climático, la destrucción de los ecosistemas y las pobres decisiones del gobierno sobre asuntos como el calentamiento global y el derretimiento de los casquetes polares.
Jarmusch es la verdadera estrella en esta película, ya que su visión detrás de las cámaras otorga cierta maestría en cuanto a la ejecución de la comedia y las tomas excéntricas, además de que también escribió el guión para la misma. Otorga a cada personaje diálogos alocados llenos de humor seco y comedia oscura que por supuesto son entregados perfectamente por el elenco de superestrellas que logró reunir para esta cinta.
Actores recurrentes en las obras de Jarmusch están de regreso, como el magnífico Bill Murray o Adam Driver, que entregan diálogos alocados con una serenidad tangible, y siendo Bill Murray el rey del humor seco, está cinta explota al máximo ese elemento. La química entre los dos personajes principales es suprema, y por mucho lo más interesante y divertido de toda la producción.
Las películas de Jim Jarmusch suelen ser de paso lento, tranquilas, pero poderosas en mensaje y diálogos, sin embargo, una película de zombies debería tener algo más de acción en su haber, o por lo menos, horror y suspense. El problema con esta cinta es exactamente eso, la falta de interés por parte de los participantes, resultado del guión y de la dirección, que hacen que no importe que tantas estrellas estén en escena, si no tienen algo interesante que aportar.
Hay varias sub-tramas que involucran a magníficos artistas que no parecen llegar a ningún lado, y que probablemente solo estén en la producción para crear buzz y conmoción, y de esta manera llevar seguidores a las salas de cine.
El elenco es fenomenal, un verdadero reparto de super estrellas: Steve Buscemi, Tom Waits, Danny Glover, Caleb Landry Jones, RZA, Larry Fessender, Carol Kane, Tilda Swinton, Iggy Pop, Selena Gomez y Austin Butler, todos magníficos talentos que son desperdiciados en la filmación para hacerlos rellenos en situaciones innecesarias.
La película es divertida en su propio contexto y atrevida en muchos sentidos, posee un presupuesto modesto del cuál se desprende una ejecución de efectos especiales dignos de respetarse, pero insatisfactoria para la audiencia.
A final de cuentas es una sátira que dignifica la comedia más que usarla como burla. Se requiere de una mente maestra para adaptar este tipo de guión a una película digna de verse o apreciarse. La cinta no es para todo mundo, a más de alguno disgustará y muchas personas tendrán problemas con ella. Sin embargo, lo rescatable (antes mencionado), es grandioso y digno de mostrarse a un público vasto y diverso.
