El principal problema de los fans, o por lo menos de la mayoría de los fans, de la saga Godzilla con la adaptación americana que dirigió Roland Emmerich en 1998, tiene menos que ver con la calidad de la película en general, que con el hecho de que cuando ésta se estrenó se sintieron total y absolutamente traicionados. Se les había prometido una nueva película de Godzilla, pero esto no fue lo que vieron cuando acudieron en masa a las salas de cine para verla.
Lo que vieron fue a un monstruo patético, que casi nada tenía que ver con Godzilla, pero al que la película insistía en llamar así, dándose un paseo por la preciosa ciudad de Nueva York, sin causar demasiados daños, mientras el ejército americano demostraba su incompetencia al no conseguir destruirlo (hasta que el argumento les permitió hacerlo demasiado fácilmente).
Y no es que esto fuera solo una sensación de los fans. El monstruo de la cinta se parecía tan poco al Godzilla japonés, que la productora Toho se aseguró de distanciar a ambos monstruos, primero declarando en entrevistas que el monstruo era "Godzilla solo en nombre". Y después introduciendo a la criatura en la saga japonesa como "Zilla", un enemigo (menor) del Rey de los Monstruos, que (según el gobierno japonés), los americanos confundieron con el real.
No ayuda demasiado a mejorar la opinión negativa de los fans, que durante el mejor momento de la película, o por lo menos el más involuntariamente divertido, se olvida completamente de que es una adaptación de Godzilla, y parece convertirse en un remake de Jurassic Park. Algo que, por muy divertida que pueda ser la escena, resulta bastante insultante para la saga.
Finalmente, lo que quizás molesta más a los fans, es que todos estos problemas tenían unas soluciones más o menos sencillas. Por ejemplo, podrían haber vuelto a ver (o visto por 1ª vez), el material que estaban adaptando, y hacer los cambios necesarios para que la cinta se pareciese más al material original. O, si al estudio le gustaba mucho el guión, podrían haber estrenado esta cinta sin llamarla Godzilla, y hacer la primera adaptación cinematográfica de la legendaria saga más adelante.