Está nueva adaptación busca modernizar la franquicia de Chucky. La productora trata de llegar a un público más en sincronía con la tecnología, dejan de lado el elemento sobrenatural de las antiguas películas para dar un origen lógico al personaje.
La franquicia no necesitaba una reimaginación, las películas de Chucky han estado activas en los últimos años y desde "La Maldición de Chucky" en 2013 se revitalizó a los fanáticos con una trama sagaz digna de seguirse. "El Culto de Chucky" del 2017 fue la última cinta en la franquicia del muñeco original y una de las mejores en cuanto a efectos especiales y trama, los giros en la narrativa y las sorpresas hacen de esa última película un clásico instantáneo. La producción ofrece una expansión de conocimientos referentes al elemento sobrenatural, el alma de Charles Lee Ray (Brad Dourif) el asesino serial original tuvo que utilizar una maldición Voodoo para escapar de su cuerpo mal herido al extraer su alma y adherirla a ún muñeco inerte en la original de 1988.
Está nueva producción nos habla de un robot con inteligencia artificial que comienza a mal funcionar, la influencia de los chicos del vecindario y un equivocado sentido de la amistad le ocasionan que comience con una ola de asesinatos motivados por una obsesión toxica.
Está película logra perder todo lo que hacía grande al Chucky anterior, una personalidad siniestra, una risa macabra y sus intenciones malévolas desaparecen detrás de una computadora que poco a poco trata de reconocer intensiones humanas. La estética del personaje deja mucho que desear y el trato políticamente correcto del guión se presta a puntualizar y definir aún más un racismo escondido detrás de la inclusión.
Es de reconocerse que lograron levantar la expectativa del público y muchos ojos voltearon a ver la nueva cinta, no obstante considerando las malas críticas y la poca recaudación podemos anticipar que está nueva dirección no tiene mucho futuro. Sin embargo la cinta pese a todo lo negativo en referencia al muñeco Chucky logra entregar mucha comedia y violencia explícita que hace honor a su clasificación "R". Aunado a eso las actuaciones de Audrey Plaza, Brian Tyree Henry y Gabriel Bateman son buenas y no se diga el trabajo de voz de Mark Hamill.
Vayan a ver está nueva cinta si quieren divertirse un momento y claro si son seguidores del muñeco diabólico.
Valoración: 2/5
Lo mejor: la clasificación R le permite ser más explícita en cuanto a los efectos de terror, las muertes son espectaculares.
Lo peor: El diseño del físico personaje, el trato de inclusión en el mismo y la personalidad inexistente del personaje.
