La alianza Bambú Producciones y Netflix se puede considerar todo un acierto, viendo el éxito que han cosechado con Las Chicas del Cable por todo el mundo, y que ya va por su cuarta temporada. Por ello, el hecho de que esta fórmula se vuelva a repetir, es muy atractiva para el espectador.
El buque de Alta Mar zarpó en Netflix el pasado 24 de mayo, y prometía ser una de las grandes apuestas de ficción para este 2019. Bajo la supervisión de Ramón Campos y Gema R. Neira, responsables de series como Fariña, Velvet o Gran Hotel, la premisa era muy prometedora.
La serie está ambientada en los años 40 y sitúa la trama en un transatlántico que zarpa desde tierras españolas en la costa de Vigo, hacia su próximo destino, Brasil. En él viajan multitud de pasajeros, de todas las clases, con un objetivo claro: encontrar una vida mejor. Entre estos pasajeros se encuentra la familia Villanueva, formada por las hermanas, Eva Villanueva (Ivana Baquero) y Carolina Villanueva (Alejandra Onieva), que se suben al barco dispuestas a empezar de cero tras una terrible tragedia y con deseos futuros. Pero todo cambiará cuando la travesía se vea interrumpida por un asesinato de una viajera que no debería haber subido al barco y que solo ellas conocían.
Esta situación también trastocará por completo la vida de la tripulación y los demás pasajeros, entre los que se encuentra Nicolás Vázquez (Jon Kortajarena), el primer oficial del buque; Santiago Aguirre (Eduardo Blanco), capitán del barco; Fernando Fábregas (Eloy Azorín), dueño del Bárbara de Braganza y Pedro Villanueva (José Sacristán), tío de las protagonistas.
Con este primer vistazo, la serie se presenta con una temática parecida al 'Asesinato del Orient Express' de Agatha Christie, donde el principal atractivo era conseguir descifrar al asesino entre un amplio abanico de personajes y también con una estética que bien puede recordar al transatlántico más famoso del mundo, 'Titanic'.
Alta Mar sí que tiene un aire estético a la película de James Cameron, tanto en el exterior del barco, como en la división de clases sociales. Pero en cuanto a su otro parecido, hay que decir que queda lejos de parecerse. La trama es mucho más compleja de lo que parece a simple vista y conforme van pasando los capítulos, más va evolucionando (muy rápidamente), y a veces cae en lo predecible. Nada es lo que parece en el Bárbara de Braganza, y cada personaje guarda un oscuro secreto. Tanto es así, que llega un punto que no se sabe quién es el héroe y quien es el villano.
La primera temporada no lleva ni un mes en la plataforma, pero Netflix ya ha anunciado que habrá segunda temporada. También se han anunciado las nuevas incorporaciones, entre las que se encuentra Claudia Traisac como Casandra; Antonio Reyes como Erich; Chiqui Delgado como Teresa y Pepe Barroso como Julián.