Crítica de John Wick Parabellum
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Muchos pensarían que es imposible superarse en una franquicia cómo esta, sin embargo John Wick a probado no solo poder hacerlo, sino también hacerlo con estilo. El director Chad Stahelski regresa para marcar el paso de la trama y por supuesto para mantener la constante de lo que ya hemos visto con las otras cintas.

Hay pequeños cambios en la narrativa en relación con las cintas anteriores, el peso de la motivación de John Wick ha cambiado volviéndose más complejo, la mitología del mundo subterráneo de asesinos en todo el mundo ya es bien conocida y por supuesto los altos mandos o la mesa directiva que dicta las reglas para el gremio de asesinos ahora toma cartas en el asunto. La primera cinta tuvo mucho éxito cuando pudimos conocer a un asesino retirado que por motivos personales es forzado a volver para tomar venganza por lo que le fue quitado, supimos que no solo era un asesino a sueldo sino que era uno de los más conocidos y habilidosos, en la segunda entrega vimos una expansión en la mitología de este universo de asesinos que se extiende por todo el mundo y sobre todo los hoteles como el Continental de Nueva York que permanecen como suelo neutral en un mundo de caos.

Ahora en esta producción vemos a un John Wick Parabellum (preparado para la guerra) pues el mundo de los asesinos a sueldo le ha dado la espalda y él no se quedara de brazos cruzados.

La verdadera esencia de esta cinta es la acción, hay escenas que a diferencia de las películas anteriores son más extensas y sin cortes, con cámaras estáticas que permiten tener una perspectiva y una noción más inmersiva sobre la pelea que se está observando y todo gracias al coreógrafo Jonathan Eusebio que no solo ha participado en todas las cintas de esta franquicia, su trabajo como doble de acción, coreógrafo y entrenador de estrellas se extiende a películas altamente conocidas como Deadpool 2, Black Panter, Avengers, Doctor Strange, Rápidos y Furiosos 8, Tortugas Ninja, Wolverine Inmortal y muchas más, pero en verdad brilla su trabajo en esta cinta en particular pues en conjunto con el director de fotografía Dan Laustsen permiten al espectador tener una experiencia brillante que solo puede describirse como un verdadero arte en escena; tanto el director como el coreógrafo y el cinematógrafo forman un equipo altamente efectivo que en conjunto con los actores y los dobles de riesgo ejecutan escenas de pelea y combate espectaculares.


No solo es una cinta repleta de acción, también tiene un guión bien elaborado que permite mayor sustancia en la trama al tener un mayor peso dramático que solo luchar por un perro o por un auto y permite tener estrellas invitadas que por su talento elevan la cinta, se debe mencionar en específico a Mark Dacascos y a sus asesinos tipo Ninja, Yayan Ruhian de las cintas The Raid es uno de ellos y entrega una escena pragmática llena de tensión, Lance Reddick tiene más tiempo en pantalla y ahora se involucra de lleno en la acción, es genial verle hacer algo más que solo ser la cara del hotel, Halle Berry se añade al repertorio de artistas invitados como una historia del pasado de John Wick, Anjelica Huston entrega una referencia hacia el origen del personaje principal inspirando al espectador a imaginar más sobre la evolución de John Wick y por supuesto Laurence Fishburne he Ian MacShane que se afianzan en sus personajes con interpretaciones que realzan sus posiciones en la trama al mismo tiempo que presentan acciones que refuerzan futuras instancias de esta franquicia. La lista de estrellas invitadas no termina ahí hay muchas más personalidades que aunque solo se presentan con pequeños cameos es muy divertido y emocionante localizarles a todos.

Esta es una secuela digna de la trilogía, altas expectativas giraban en torno a ella y no hace más que posicionarse como una de las mejores en su rubro, vayan a ver esta emocionante cinta de acción que protagoniza Keanu Reeves como John Wick

Valoración: 4/5

Lo mejor: Las escenas de acción son especialmente impactantes.

Lo peor: Aunque la trama nos lleva por distintos caminos la producción termina siendo más de los mismo.

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