Tras la reunión acontecida el pasado siete de mayo en la "sala briefing", el presidente Sánchez acercó posturas con Rivera en vistas a un futuro pacto entre el Partido Socialista Obrero Español y Ciudadanos. El número uno de Ciudadanos, ha dejado claro que su lugar y el de su partido está en la oposición, donde van a luchar porque se cumpla la Constitución, y ha dejado ver algunas discrepancias, que reducen aún más las posibilidades de un pacto entre ambos partidos.
El líder de C's, ha destacado que quiere que se cumpla el artículo 155 en Cataluña, que el próximo Gobierno no suba los impuestos, y que para ello van a convertirse en una oposición sin corrupción, libre y magnánima.
En algunos puntos de esta reunión, Albert Rivera sí que ha tendido la mano al Señor Sánchez. En los marcos de educación; para alcanzar un nuevo acuerdo; la despoblación que amenaza a España; la inmigración y el terrorismo. Cuatro puntos de especial importancia para el país, en los que puede haber pactos de Estado.
Un futuro pacto entre ambos partidos es casi una utopía, ya que Rivera ha dejado claro que no va a pactar con PSOE. De esta manera, algunos votantes se sentirán decepcionados con que esto no ocurra, pero otra mayoría sentirá que su voto ha servido para alejar a España del derechismo y el conservadurismo, en el caso del PSOE; y en el caso de los votantes de Ciudadanos, podrán sentir que realmente su partido se reafirma en sus convicciones y que se va a mantener en un centro de derechas moderado sin pacto con la izquierda.
Oteando el horizonte, y pensando en el futuro, el Gobierno que se puede cocer entre Sánchez e Iglesias, está más cerca que lejos.