Entre el lunes y el martes de esta semana hemos podido ver la primera jornada de contactos de Sánchez con los principales líderes políticos de nuestro país. En principio, se trataba tan solo de una reunión para analizar la situación del país tras el 28-A, pero algunos medios apuntan a que los acuerdos ya han empezado.
De los tres encuentros quizá uno de los más relevantes era con el líder de Unidas Podemos (Pablo Iglesias) ya que la gran mayoría de los expertos apuntan que el acuerdo entre ambos es casi evidente.
La reunión duró más de dos horas, fue el acercamiento más largo de ls tres convocados. Tras concluir la ronda de contactos, Iglesias se mostraba muy positivo sobre el encuentro con Sánchez, pero a la vez que positivo se mostraba cauteloso: “cualquier acuerdo requerirá de prudencia, discreción y paciencia; el trabajo será largo”.
Aunque ambos partidos tienen puntos en común, en algunos aspectos surgen las discrepancias, pero, muchos apuntan a que este encuentro ha significado un inicio de acuerdo que no será nada fácil.
Pero, en el caso de que finalmente Sánchez e Iglesias llegaran a un acuerdo para formar un gobierno de izquierdas, las cuentas de Sánchez para la sesión de investidura siguen sin salir, porque aún necesita buscar más apoyos, probablemente en los independentistas.
El líder de Unidas Podemos ha ratificado que quiere formar parte del Gobierno y quiere que algunos ministros procedan de su partido, pero debemos de recordar que durante la campaña electoral Pedro Sánchez reiteró que no dejaría que gobernara el populismo (haciendo alusión al partido de Iglesias).
Desde el Ejecutivo se muestran bastante optimistas con esta primera ronda de contactos y apuntan que para el 21 de junio aproximadamente se podría celebrar la sesión de investidura. Lo que sí es evidente que las verdaderas cartas de los políticos empezarán a mostrarse tras las elecciones del 26-M.
Hay algo que debemos de aclarar, Pedro Sánchez está buscando acuerdos para lograr una sesión de investidura para convertirse en Presidente del Gobierno, pero su objetivo una vez conseguido es gobernar el país en solitario; enfrentándose a la derecha, situada en la oposición, la cual posiblemente lidere Rivera tras los malos resultados obtenidos por Casado en las pasadas elecciones.
¿Qué pasará finalmente? ¿Habrá un gobierno de izquierdas entre Sánchez-Iglesias y los independentistas? ¿Entrarán ministros de Unidas Podemos en el Gobierno? ¿Conseguirá Sánchez los apoyos suficientes para investirse como presidente del Gobierno? Estas son algunas de las preguntas que surgen tras esta primera ronda de contactos.