Entre la armonía más serena y los movimientos corporales más indómitos, Florence Welch y su grupo aterrizaron en Madrid para presentar su último disco “High as hope". El espectáculo hizo vibrar a todos los asistentes en un acto de rendición hacia el amor y la libertad personificadas en la sacerdotisa etérea con micrófono en mano.
El grupo consiguió llenar el Wizink Center de la capital española con más de 15.000 asistentes, según las fuentes de la organización. El sold out de entradas predijo hace dos semanas que, probablemente sea uno de los mejores conciertos que el recinto verá durante este 2019, incluso teniendo en cuenta que era el primer espectáculo de Florence+The Machine en Madrid. La misma cantante comentaba irónicamente que hacía diez años actuaban por primera vez en España en la sala Razzmatazz de Barcelona, cuando tan siquiera les pagaban por actuar allí. El año pasado actuó en el festival BBK Live en Bilbao cuando su último disco “High as hope” se había lanzado apenas dos semanas antes. La cantante afirmó en el concierto: "Nos encanta tocar en España. Hay mucha energía y libertad."
Calentando motores
Antes de actuar, los asistentes pudieron disfrutar de la actuación del grupo Young Fathers. El hip-hop más alternativo se exhibió en una llamativa función en la que no faltaron los ritmos más vertiginosos a la percusión. Salieron con las ganas de comerse el escenario interpretando “Wire”, con la que consiguieron captar la atención del público. Una vez que habían sumergido a los asistentes e interceptaban a los que llegaban con sus letras, consiguieron que entraran en su extravagante mundo musical.
Una pausa fue idónea para recargar pilas y acumular energía para la actuación que Florence+The Machine darían a continuación. El grupo entró en el escenario airoso saludando a su público, que recibió a una Florence Welch ataviada con uno de sus vaporosos vestidos románticos que tanto le caracterizan, esta vez naranja. El equipo de iluminación escogió las luces perfectas para que las piernas de la cantante se pudieran analizar en cada uno de sus movimientos acompasados junto a sus pies descalzos. Su candor hacía que Welch se asimilara a un hada con melena pelirroja al viento.
Alzando el vuelo
El concierto del grupo comenzó con la canción “June”, de su último disco. La elección por una canción tan apacible ya dejó entrever la fragilidad de Florence Welch sobre el escenario, que después combinó con el atrevido dinamismo de “Hunger”. Ambas canciones pertenecen al álbum que el grupo presentaba en esta gira “High as hope”. La diferencia rítmica entre ambas canciones quedó equilibrada con el tema “Between two lungs” que cantaron a continuación, esta vez de su primer disco, “Lungs” (2009). Después, Florence agradeció la asistencia a todos los presentes con su voz dulce y tímida. Pidió a sus fans que se dieran la mano en un canto al amor y la libertad, y consiguió que la grada se pusiera de pie para unirse al festival de baile que llegaría enseguida.
“Only if for a night” y “Queen of peace”, fueron las canciones que invitaron a todos los asistentes a saltar y menear sus melenas, tal y como Florence Welch hizo mientras interpretaba los temas con los pasos de baile más sinuosos y pintorescos que la hacían asimilarse a un ave libre antes de alzar el vuelo. La estabilidad del estilo balada del álbum “High as hope” volvería con dos canciones con dedicatorias especiales. Welch se dirigió a su tierra natal antes de cantar “South London forever”; a su amiga Patti Smith y el empoderamiento femenino les dedicó “Patricia”.
Cómo ganarse al público y dejar un buen sabor de boca
Después de intercalar dos baladas, el grupo hizo que el público volviera a levantarse de sus asientos para enloquecer con “Ship to wreck”, “Dog days are over”, y uno de sus temas más novedosos: “Moderation”. En este momento de éxtasis absoluto, la cantante decidió volver a calmar a su público con “Sky full of song” y “Cosmic love”. Para esta última canción, pidió al público que iluminara la noche madrileña del Wizink con las linternas de los teléfonos móviles como si de estrellas se tratara. Una imagen increíble tan abarrotado como se encontraba el recinto.
Florence no se quedó tranquila con deleitar a su público con su mejor versión, sino que cuando interpretó la canción “Delilah” se introdujo de lleno en la pista para acercarse a sus fans mientras el concierto seguía. Su contacto con los espectadores continuó con “What kind of man”, cuando se puso de pie sobre la barrera que separaba el escenario de la pista.
El bis vino de la mano de una de las canciones más escuchadas de “High as hope”, “Big God” y una de las más clásicas, “Shake it out”. El amor que Florence profirió a sus fans quedará bien grabado en el recuerdo de los que allí estuvieron presentes.