En su último largometraje, Lanthimos nos sumerge de lleno en la Corte de la reina Ana de Gran Bretaña en el siglo XVIII. Un lugar suntuoso a la vez que histérico y paranoico. El director griego intenta mostrar en “La Favorita” la estrecha relación entre el poder y la ridiculez hilándolos con su fascinación por las estúpidas convenciones sociales. Bien es cierto que el director parece haber suavizado su tono tan característico que veíamos en las dementes “Langosta” o “Canino”. “La Favorita” sigue el esquema de impacto sobre el espectador que todas las obras de Lanthimos: unos la veneran, otros la execran.
La sinopsis gira entorno a tres mujeres. No esperábamos menos, dado el enclave social en el que nos encontramos, muy potenciado en la industria cinematográfica. La visibilidad de la mujer en el sector es posible gracias a la extraordinaria interpretación de Olivia Colman como la reina Anne. El personaje se muestra conmovedoramente humano a pesar de todas sus excéntricas obsesiones y lunáticas contradicciones. Al fin y al cabo, es la extravagante forma que Lanthimos encuentra para exponer a una reina llena de amor. A su alrededor, Anne se encuentra en el centro de un triángulo amoroso entre dos mujeres: Abigail (una brillante Emma Stone) y Lady Malborough (interpretada por Rachel Weisz). Ambas pelearán por el corazón de la reina y, con él, el favor para ser la más poderosa de la Corte.
Precisamente, la película muestra los juegos cortesanos a través de los excesos provocativamente teatralizados en momentos como una carrera de patos o el arrojo de naranjas a un hombre desnudo. Es así como conseguimos ver la marca personal del director: esa misantropía que, paralelamente hace de sus personajes una realidad devastadora. Por eso mismo, el director utiliza los planos angulares a través de ojos de pez y en contrapicado. Nos hace sentirnos incómodos con esa lente y ese punto de vista de los personajes. Sin duda, el equipo de fotografía no queda desunido al estilo de Lanthimos.
El filme tiene toques hilarantes y, a la vez, otros asoladores que se afirman a través de los diálogos simples y sutiles. Los guionistas Deborah Davis y Tony McNamara recuerdan al humor perspicaz, pero con tintes desgarradores de los Monty Python. "Me gusta cuando me mete la lengua dentro" y otras frases ingeniosas a la vez que vulgares dejan a un lado el refinamiento que, por otro lado, se afirma a través del magnífico equipo de vestuario.
No extraña que "La Favorita" se haya hecho con diez nominaciones a los premios Óscar, que se celebrarán el día 24 de febrero. Veremos si se consolida como la reina de la gala.
Puntuación: 4,5/5
Lo mejor: el guión sencillo pero viperino que da lugar a momentos de comedia y de drama.
Lo peor: la suavización del estilo histriónico típico del director.