A pesar de que el cine es entendido como un fenómeno mundial, es inevitable darse cuenta de que esa popularidad generada por la industria no esta en absoluto repartida, ¿y qué quiere decir esto exactamente? Es simple, esto significa que a pesar de que el cine sea conocido como un entretenimiento que se produce y se disfruta alrededor de todo el mundo, también se trata de un arte tremendamente centralizado por un país que domina de manera casi absoluta casi todos los aspectos de lo que conocemos como el séptimo arte. Es por eso, que esta puede ser una ocasión de descubrir las razones del dominio de esta nación sobre el cine.
Existen tres razones aplastantes y la primera tiene que ver con la exposición, pues el posicionamiento de Estados Unidos no solo es óptimo para el comercio o las relaciones externas, esa preponderancia se extiende también al cine, pues no tiene nada que ver la importancia que pueda recibir una película realizad en el continente europeo o asiático, con una realizada en el continente americano, y es que por muy extraño que parezca, esta faceta es algo que a través del tiempo se ha afianzado más en la mente de los espectadores que a día de hoy resulta imposible cambiarla.
En segundo lugar tenemos el manejo, un aspecto que esta nación maneja a la perfección, ya sea por tener unos grandes recursos técnicos, unos espacios de grabación asombrosos, o una industria de actores muy superior al resto, lo cierto es que sin desprestigiar al resto de países hay que admitir que donde el resto crea cine, Estados Unidos lo espectaculariza. Ya en último lugar y como remate final, resalta su popularidad aplastante, con una promoción sobresaliente para sus películas, es evidente que toda cinta realizada en este país gusta mucho más que cualquier otra producción, y si bien este factor va ligeramente ligado al primero, es cierto ninguna otra nación tiene la misma habilidad y carisma para llevar a los espectadores a la sala de cine.
Sin embargo. tras todo lo dicho, sería erróneo pensar que en esta centralidad del cine como algo negativo, pues al margen de preocuparnos, como espectadores deberíamos congratularnos por la existencia de un lugar donde poder disfrutar de un cine cada vez mejor.