Hay directores que, para bien o para mal, no dejan indiferentes a nadie. Este es el caso de José Luis Cuerda, director de la excelente La lengua de las mariposas (1999) que lleva desde 2012 sin ofrecer un trabajo nuevo. Ahora, ha vuelto con una loca comedia futurista, Tiempo Después, que podría servir como secuela de Amanece, que no es poco (1989).
En ella se reúne de cómicos como Arturo Valls, Berto Romero o Raúl Cimas y también de actores consagrados como Gabino Diego, Blanca Suárez o Roberto Álamo. Tiempo Después se desarrolla en un futuro muy lejano donde el mundo se ha visto reducido a un solo Edificio Representativo y a unas afueras cochambrosas habitadas por todos los parados y hambrientos del cosmos. De todos estos desgraciados destaca José María, quien se da cuenta que, mediante la venta de una riquísima limonada que él mismo manufactura, otro mundo es posible.
Como vemos por su argumento, es tremendamente surrealista y este puede ser un punto positivo o muy negativo, depende de cómo se mire. Tiempo Después quiere generar carcajadas infinitas con una sucesión de un chiste tras otro, algo que puede provocar cierto hartazgo. Es probable que las carcajadas imperen en gran parte de la sala, pero si no te gusta su estilo (lo que es mi caso) serán 95 minutos interminables.
Tiempo Después quiere hacerse la graciosa y esto es algo que nunca funciona. Todo está muy forzado, se basa en gags continuos de actores que entran y salen de la pantalla. Una comedia demasiado coral que no tiene gracia más allá de dos o tres chistes puntuales. Chistes muy vistos y chascarrillos culturales que la hacen rancia y que no sea la comedia que el público demanda. Probablemente se convierta en una película de culto, pero no se merece nada este puesto. Un filme antiguo que podría funcionar a principios del siglo XX pero no ahora.
Valoración: 2/5
Lo mejor: Es indiscutible que su cast es inmejorable
Lo peor: Es rancia y su constante afán por provocar la risa fácil no funciona