ha estaNo es una historia novedosa. No es una película artificiosa. No busca ideas complicadas. Simplemente, es una historia sencilla. Y ahí reside su encanto. No obstante, está bien construida. Una historia sencilla y bien ejecutada, ¿qué más se puede pedir?
El director de la película es Peter Hedges, padre de Lucas Hedges, protagonista del largometraje. Lucas Hedges es un actor muy joven, pero con una filmografía más que notable, algo perfectamente entendible porque ya es digno de Oscar. En esta película está impresionante, además de respaldado por una Julia Roberts brillante. No solo eso, sino que encima los dos gozan de una química que traspasa la pantalla y hace que te creas absolutamente todo lo que ocurre entre ellos.
Aunque es una historia que ha sido contada ya en numerosas ocasiones, sigue siendo importante a día de hoy, y acaba emocionándonos porque se trata de algo muy mundano. Si a ellos le sumamos las sublimes actuaciones de los protagonistas queda un producto muy digno.
La película va evolucionando durante la misma. Comienza siendo un drama muy interesante sobre la adicción del protagonista y cómo lo vive su familia, y acaba siendo un thriller con toques dramáticos. Esta evolución está bastante bien llevada, aunque pierda algo de fuerza en esa transición.
Otro punto a favor de la película es que no se excede en su duración. Es bastante habitual que este tipo de películas tienda a pasarse de metraje, pero este no el caso. Cuenta todo lo que tiene que contar sin aburrir ni cansar.
A pesar de todas estas grandes virtudes no se si este proyecto tendrá algo de presencia en los Oscar. Ojalá. Las últimas películas en las que ha estado presente Lucas Hedges han tenido mucha presencia en los premios: Lady Bird, Manchester frente al mar, Tres anuncios en las afueras, etc. Esta también podría llevarse alguna nominación que otra…