Es evidente que toda película necesita de una buena promoción para ser exitosa, no basta con los personajes involucrados, trabajadores a cargo, y tampoco la historia que se quiera contar, para alcanzar la notoriedad que persigue toda película se debe recurrir a un sutil pero intenso trabajo denominado como trailer.
El trailer es un pequeño avance de pocos minutos en el que se muestra la trama de la cinta y se da una ligera impresión de que direcciones tomara.
Bajo las sensaciones que transmite la anterior definición todo parecería indicar que solo nos encontramos ante un concepto más de los tantos que encierra el cine, sin embargo es importante destacar que el trailer ha ido adquiriendo una importancia progresiva con el paso del tiempo, una importancia que se ha vuelto un tanto nociva en el panorama actual, esto se debe a que hoy en día los trailers no solo se dedican a avanzar la película, sino que algunos van más allá y destapan casi todo el contenido de la historia, lo cual resulta muchas veces en películas faltas de sorpresa y con aspectos predecibles.
Si bien podrían existir personas que argumenten que solo se trata de simples avances, lo cierto es que esta situación ha llegado a mermar el interés con el que los espectadores se acercan a cada nueva propuesta cinematográfica. Grandes géneros como el de terror, acción o el cine de superhéroes ya se han visto afectados por la desmesurada ambición de los trailers.
A pesar de todo, el hecho de que la problemática de los trailers sea algo de la actualidad, nos brinda la posibilidad de esperar una evolución más favorable de estos avances. la posible solución al problema vendría de la mano de trailers con duraciones menos exageradas, con un desarrollo más directo, pero sobre todo con un mayor rigor a la hora de mostrar el contenido con el que se pretende atrapar al espectador.
Todo ello una vez más con el objetivo de lograr la tan ansiada estabilidad entre expectativa y frescura que tanto necesita una industria como el cine.