Para quienes han visto esta película quizás concuerden en que Stallone (Ray Breslin) poco y nada es lo que aporta para esta secuela, salvo, claro de posar para el afiche promocional junto al ex luchador de la WWE, Dave Bautista (Trent DeRosa), quien tampoco tiene un rol muy preponderante en la trama. No así el actor chino Huang Xiaoming, quien encarna a Shu Ren, un aprendiz de Breslin que está a cargo de proteger a su primo que es un empresario tecnológico y cuya empresa es muy codiciada por la competencia.
Shu es encarcelado junto a su familiar en una cárcel que recibe el nombre de Hades, la cual parece sacada de alguna película de ciencia ficción y con una estructura bastante compleja, lo que dificulta la tarea de Shu para planear una fuga. Tras varias escenas cíclicas que muestran acción, descanso, y planificación al interior de la cárcel, Breslin, desde el exterior realiza investigaciones junto a su equipo para dar con el paradero de su protegido asiático. Tras algunos actos con pistolas y metralleta en mano -en compañía de su viejo amigo DeRosa- el experto en seguridad penitenciaria logra ingresar a la cárcel para ayudar a Shu con la huida.
La mayor cantidad de escenas de acción en esta película se las lleva el aprendiz de Bresilin, de hecho, gran parte de la trama recae en él y Stallone solo tiene mayor participación cuando la cinta llega a los cincuenta minutos. Luego de que el afamado actor que interpretó a Rocky se lleva el crédito al matar al antagonista, se presenta un final abierto que da indicio de una tercera parte que ya comenzó a grabarse y posiblemente se estrene el otro año.
A modo de síntesis:
Lo mejor de la película: banda sonora, escenas de lucha ejecutadas por Huang Xiaoming.
Lo peor: La perdida de protagonismo del personaje Shu Ren, poca participación de Stallone y Bautista, escenas muy repetitivas al interior de la cárcel, existencia de una tercera parte.
