Crítica de ‘La primera purga: la noche de las bestias’
Foto: Universal Pictures

La saga The Purge, creada por James DeMonaco, comenzó en 2013 con un filme que contaba con una propuesta interesante pero que no lograba profundizar en lo que contaba y no terminaba de enganchar al espectador. Sus fallos se corrigieron de manera radical en las dos entregas posteriores, ahondando mucho más en su planteamiento y presentándonos una cruda realidad, de esa que te pone los pelos de punta.

Después de cómo acabó Election: La noche de las bestias, era necesaria una cuarta parte para así saber cómo esta noche se iba convirtiendo cada vez más salvaje. Sin embargo, lo que sus fans no esperaban es que la nueva película fuese una precuela que se centra en los eventos que llevaron a la primera de todas las purgas anuales.

¿Por qué se ha hecho esto? A la saga The Purge no le hace falta caer en este recurso, típico que se utiliza cuando no se tienen más ideas y se quiere seguir explotando un formato. Pero la historia creada por James DeMonaco tenía muchísimo más que contar. Tenía herramientas para ser más impactante, más agresiva, más violenta y más terrorífica, pero, en su lugar, se ha optado por el camino cómodo.

La primera purga: La noche de las bestias es un poco más de lo mismo. No aporta nada nuevo a la franquicia y se parece demasiado a su primera parte (la más floja de todas). Demasiada teoría y poca acción. A la cinta le falta dinamismo y se olvida de aportar esa acción y adrenalina constante que Election sí que ofrecía. En resumen, un filme poco correcto que le hace un flaco favor a la saga. Si todavía te quedan muchas cosas nuevas que contar, ¿por qué hacer una precuela? Eso es lo que se preguntarán todos los espectadores cuando salgan de la sala.

Valoración: 2,5/5

Lo mejor: Algunos momentos de tensión y escenas visualmente llamativas.

Lo peor: Que se haya optado por una precuela cuando la saga necesitaba seguir avanzando.

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