Eurovisión ya está aquí. El festival europeo musical por excelencia llega con España más atenta que nunca. Tras la explosión televisiva de Operación Triunfo, España se frota las manos. Amaia ‘de España’ y Alfred, novio de la cantante, llevan en Lisboa días, preparando la actuación de ‘Mi Canción’, ahora en boca de todos.
¿Hay vida después de ‘OT’?
‘OT’ ha sido y es un fenómeno en redes, pero también fuera de ellas. Ha sabido adaptarse a la era de las redes sociales y ha facilitado que sus fans accedan libremente a su contenido. Tratando el tema en cifras, la gala final de 'OT', la que coronó a Amaia como ganadora, fue vista por 3.925.000 espectadores, con un 30,8% de cuota de pantalla. Casi nada.
Son datos muy positivos en un panorama en el que la televisión española lleva meses con un prime time que pierde espectadores a una velocidad estrepitosa.
Aquella noche también fue del récord de audiencia del reality, que se vio superado por la serie 'La que se avecina' en todos los lunes que compitieron directamente, y que después de una gala 0 que invitaba poco al optimismo, fue creciendo poco a poco hasta superar el 18% de share en la gala 5 y, a partir de ahí, siempre fue a más.
Ahora llega Eurovisión, otro bombazo
Si hoy le decimos a cualquier cadena que uno de sus programas va a tener, como mínimo, un 25% de audiencia, firmaría seguro con los ojos cerrados. Pero si le decimos que en pasadas ediciones ha llegado a tener el 80% de la cuota de pantalla ni podrán creer que algo así pueda existir en televisión. Pues, damas y caballeros, eso es Eurovisión. Como dijimos antes, les guste o no.
Las 12.755.000 personas que vieron Eurovisión en el año 2002, con Rosa López recién salida de la primera academia de ‘OT’ aún están por batir. La cuota fue del 80,4%, algo que sólo se superó en la final de propio talent de TVE, que ese año arrasó.
España, decepción tras decepción
Pero no todo son alegrías. A nivel televisivo, sí, desde luego. Sin embargo, en la retina de todo espectador siguen los fracasos más sonados de España en Eurovisión. A pesar de Edurne, Rosa y su ‘Europe’s living a celebration’, Pastora Soler, Beth, David Civera, Soraya, Rafael, Mocedades, Ruth Lorenzo, Julio Iglesias… la fama de España no es precisamente la mejor.
¿Se acuerdan de ‘El Chiqui Chiqui’?, ¿el gallo de Manel Navarro?, ¿Las Ketchup? Auténticas joyas de la corona española televisiva.
En Londres (1968) y Madrid (1969) ganamos, sí. Massiel y Salomé se llevaron el gato al agua aquellos dulces años que tan atrás quedaron. Lo bueno también hay que recordarlo.
¿Completará España el trio de victorias? Ahora, cincuenta años después, Amaia ‘de España’ y Alfred buscarán ser el nuevo dúo dinámico que levante el prestigio español. Amaia, en concreto, se ha colado en el corazón de todos. Su humildad, su templanza, su naturalidad, su personalidad en general y su voz -sobre todo su voz- la han convertido en una cantante inigualable.
Las redes sociales, Twitter en especial, serán una caldera. Seguro. Al ser el festival en Lisboa, ciudad portuguesa, país vecino, a buen seguro que el Altice Arena también arderá.
