¿Dónde queda la agenda republicana?
La bandera tricolor es el símbolo más reconocible del movimiento republicano. Foto: Manuel Bruque (EFE)

El 14 de abril de 1931 en Éibar se alzó la bandera tricolor. Al municipio vasco le precedieron las grandes ciudades de España, que también izaron la bandera republicana. Este modelo de estado duraría hasta el 1939, año en que se iniciaría la dictadura.

Después de la muerte de Franco se iniciaría en España un proceso hacia la democracia. En ese periodo no  se permitió votar a los españoles sobre el modelo de jefatura de estado que ellos preferían, o al menos no directamente. En la ley para la reforma política se incluyó que España sería una monarquía parlamentaria, y con la aprobación de ésta, Juan Carlos I quedaría legitimado por las urnas. Gracias a un fragmento de una entrevista del expresidente Suárez, que se filtró hace dos años, sabemos que el líder de UCD tuvo que recurrir a esta alternativa porque la monarquía perdía en todas las encuestas. Ahora parece que no existe ningún partido que, ni desde la izquierda ni la derecha, pida con suficiente fuerza el referéndum que nunca se celebró. Tampoco tenemos números que nos permitan ver qué grado de apoyo tiene la República, ya que sigue siendo un tema tabú en las encuestas.

Los “valores republicanos” del PSOE

El partido de Pedro Sánchez es uno de los actores más curiosos en este lucha monarquía-república. En la entrevista filtrada de Suárez, el expresidente cita a Felipe González como uno de los máximos reivindicadores del referéndum. Más tarde, sus cuatro mandatos en la Moncloa demostrarían que sus raíces republicanas no eran tan firmes como anteriormente. El Presidente González no solo trazó una buena relación con el monarca, sino que supuso el asentamiento de la democracia española regida por la constitución del 78, y por ende, de la monarquía parlamentaria.

La abdicación del rey Juan Carlos supuso otra prueba de fuego para los socialistas. El Congreso aprobó la ley de abdicación con los votos a favor de PP, PSOE, UPyD y UPN, y la abstención de CiU, PNV y Coalición Canaria. Esta votación provocó que tres diputados socialistas se saltaran la disciplina de voto: Odón Elorza se abstuvo y  Guillem García y Paloma Rodríguez Vázquez no quisieron estar presentes. El 85% del Congreso dio luz verde al nuevo monarca.

En el último Congreso Federal de los socialistas el debate estuvo a punto de resurgir de la mano de las Juventudes Socialistas. El texto hablaba de "avanzar e implantar la república como modelo de estado” y que ésta tendría que ser aprobada “mediante una reforma constitucional en la convocatoria de un referéndum". Finalmente, la plana mayor socialista consiguió calmar las ansias republicanas de algunos militantes pactando un nuevo texto en el que pidió seguir “fortaleciendo los valores republicanos y promoviendo un modelo federal”.

Analizando los hechos, el PSOE parece no querer tocar un tema tan delicado como este, incluso su líder ha defendido la monarquía en alguna ocasión. Pedro Sánchez, republicano por “tradición familiar”, no se siente incómodo con la figura del rey y cree que “el republicanismo son valores”. Más allá de esta afirmación, el secretario general del PSOE aseguró que “los republicanos nos sentimos en su mayoría muy bien representados en esta Monarquía parlamentaria”.

El republicanismo descafeinado de la nueva política

Que Unidos Podemos y sus mareas están a favor de la tercera república es una cosa clara tras el tremendo apoyo en las redes. IU es una de las formaciones que ha tomado más la iniciativa en este debate y lleva años pidiendo un referéndum. La Izquierda Plural, grupo del Congreso en el que estaba IU, protestó por un referéndum exhibiendo unos carteles durante la votación de la ley de abdicación. Ese gen republicano, reflejado en sus programas electorales, se ha ido diluyendo con la importancia de Podemos en la coalición. Incluso en las elecciones de 2016, la candidatura conjunta de Unidos Podemos no contempló en su programa electoral la celebración de ningún referéndum para la república.

Pese a los continuos rifirrafes del Rey con Pablo Iglesias, la formación morada nunca se ha tomado la agenda republicana como algo primordial en sus acciones políticas. El que fuera secretario de Organización, Sergio Pascual, zanjó el debate hace años asegurando que “no es un asunto que interese ahora mismo a la ciudadanía española”. Las últimas acciones de Felipe VI en relación a Catalunya han hecho que Podemos se posicione más abiertamente, pero siguen siendo Izquierda Unida y las confluencias las que muestran mayor apoyo.

Hasta que deje de funcionar

Ciudadanos es el otro partido de ámbito español que podría representar algún tipo de oposición, ya que el Partido Popular se ha descartado infinidad de veces. Albert Rivera se ha posicionado sobre la monarquía en algunas entrevistas. El líder naranja cree que en “los principios republicanos” y, a la vez, piensa que ahora “Felipe no es un problema”. Para Rivera, la clave de mantener al monarca es “que no se meta en política”, pero si esto algún día deja de ser así no descarta una posible república.

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