Marzo, mes de movilizaciones
Manifestación de pensionistas frente al Congreso de los Diputados. | Foto: Desconocido

El Gobierno español se enorgullece de haber salido de la crisis, de ser uno de los países europeos con menos desigualdades entre los sexos y de ser uno de los garantes del sistema público de pensiones, pero durante este mes de marzo, que se cerrará dentro de unos días, no han sido pocas las personas que han salido a las calles a expresar lo contrario.

Histórico 8M      

Así se podría catalogar la primera huelga general feminista convocada en España. El Día Internacional de la Mujer Trabajadora, miles de mujeres y hombres hicieron huelga y otros tantos fueron a las manifestaciones convocadas en diferentes puntos del estado que, sin lugar a dudas, desbordaron las previsiones. Los sindicatos cifran en 6 millones el número de personas que participaron en los paros, aunque hubiese discrepancias entre los grandes sindicatos como UGT y CCOO y otros sindicatos más minoritarios y de diferentes ámbitos como CNT, CGT o Sindicato de Estudiantes, entre otros, durante los días previos a la convocatoria. Los primeros tan solo convocaron paros de dos horas y, aparte, una de las actitudes más criticadas durante ese día fue que la portavocía recayó sobre varones, algo que difería con una de las reivindicaciones del movimiento feminista (que sí pedía el apoyo de los hombres, pero no su protagonismo durante este día). Los otros sindicatos centrales, sin embargo, apostaron por un paro de 24 horas tanto en el ámbito laboral como estudiantil, además del de cuidados y consumo.

Brecha salarial, acoso sexual y asesinatos, temas centrales del 8MNo solo durante ese día, sino durante semanas, se pudieron poner encima de la mesa reivindicaciones poco comunes en el día a día. El feminismo logró, por ejemplo, que la brecha salarial (que no distingue, de momento, de fronteras) entre ambos sexos fuese uno de los temas centrales, además del acoso sexual y los asesinatos de mujeres, que no cesan. Durante el presente año 2018, 16 han sido las mujeres asesinadas. Para ello, exigieron durante toda la jornada que el pacto de Estado contra la violencia de género estuviese dotado de recursos suficientes para poder evitar tales actos y luchar verdaderamente contra la violencia machista.

Los jubilados y pensionistas toman las calles

Otro de los puntos centrales de las reivindicaciones feministas fue la demanda de la ratificación del Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que regula el trabajo doméstico, para que las mujeres que durante años habían realizado labores de cuidado tuviesen el mismo reconocimiento que las trabajadoras laborales. Por ello el movimiento feminista se sumó, junto a otros más, a la manifestación convocada el 17 de marzo por los pensionistas. Hay que recordar, eso sí, que desde el comienzo de este año miles de jubilados se manifiestan semanalmente en contra de la subida del 0,25% de las pensiones y lo continúan haciendo.

Además de estar en contra de esa revalorización de las pensiones, critican el deterioro del sistema público de pensiones después de las reformas llevadas a cabo por los gobiernos tanto del PSOE como del PP, la pérdida de poder adquisitivo de los jubilados y el vaciamiento de la comúnmente llamada “hucha de las pensiones”. Así, habría que recordar que la paga extra del pasado verano se pagó con un crédito de aproximadamente 10.000 millones de euros, después de haber gastado 70.000 millones del Fondo de Reserva de la Seguridad Social en pocos años.

Ante estas políticas tomadas en los últimos años, el colectivo exige, entre otras cosas, que la subida de las pensiones vaya acorde con la del IPC, la desaparición de la brecha de género en las pensiones (las diferencias en las prestaciones entre ambos sexos son notables), que la jubilación vuelva a los 65 años y una pensión mínima de 1.080 euros al mes.

La paga extra del verano pasado se pagó con un crédito de 10.000 millones

Las respuestas a estas reivindicaciones han llegado de diferente modo. Si hace unas semanas Celia Villalobos animaba a los más jóvenes a ahorrar “dos euros” todos los meses para poder tener un colchón a la hora de llegar a la jubilación, Mariano Rajoy iba más allá y recomendaba “invertir” en planes de pensiones privados que sirviesen de complemento a la prestación pública. Aunque la última medida tomada por el Gobierno ha sido en las cuentas del Estado, y ha sido anunciada esta misma semana. Los Presupuestos Generales del Estado de 2018, que llevan un retraso de varios meses, incluirán una subida en las pensiones mínimas y de viudedad de un 2%, además de la reducción de 200 euros en el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF) de las prestaciones con pocos recursos, según anunció el Ministro de Hacienda, Cristobal Montoro y hace unos días el Secretario General de Ciudadanos, Albert Rivera, que apoyará los presupuestos.

A pesar de estas medidas, el colectivo pensionista no está conforme con las políticas aplicadas en los PGE y anuncian más movilizaciones. Uno de los grupos que más repercusión está logrando dentro de los jubilados son los pensionistas que semana a semana abarrotan Bilbao, a la que algunos llaman “capital” del motín de los pensionistas. Estos, el pasado lunes, declararon no estar de acuerdo con los presupuestos porque no recogen “ninguna” de las reivindicaciones para lograr unas pensiones dignas.

La convulsa situación política en Cataluña

El pasado domingo, en Alemaniael ex presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, fue detenido y encarcelado. La detención del político gerundense se sumó al sentimiento de indignación y frustración de muchos catalanes que vieron cómo días antes la ex presidenta del Parlament, Carme Forcadell y ex consejeros como Rull, Romeva y Turull eran de nuevo arrestados por órdenes del juez Pablo Llarena. De hecho, este último ex consejero participó en la sesión de investidura en la que se decidía si él iba a ser el nuevo President (algo que desde el PP veían con buenos ojos), pero la abstención de la CUP impidió ese hecho y horas después fue apresado.

Las movilizaciones no se hicieron esperar y el pacifismo que había caracterizado durante todos estos años esas manifestaciones terminó. A pesar de que en las movilizaciones del mismo día en el que Puigdemont fue arrestado convocadas por ANC y Òmnium Cultural no hubiera incidentes destacados, en la llamada de los Comités de Defensa  de la República sí que hubo enfrentamientos. La manifestación de los CDR acudió a la Delegación del Gobierno y allí los anti disturbios cargaron contra los presentes, incluso se oyeron disparos al aire y hubo nueve detenidos. Ese mismo día comenzaron los cortes de carretera que han creado problemas de tráfico en diferentes puntos de Catalunya, donde, convocados por los CDR, el punto central de las reivindicaciones era la exigencia de la excarcelación de Carles Puigdemont y demás personas vinculadas al 'Procès' y el derecho a decidir. Queda por ver cómo se resuelve un asunto que se alarga en el tiempo, pero que cada día sorprende con algo nuevo.

Sindicatos como UGT y CCOO y agrupaciones como Ómnium y ANC han convocado para el 15 de abril una manifestación a favor de los presos independentistas con la intención de sumar a toda la sociedad catalana en esa movilización, yendo en contra de las exigencias de otros grupos como la CUP, que declaraban su deseo de una Huelga General para protestar contra esas detenciones.

Protestas de trabajadores de Amazon y vecinos de Murcia y Alsasua

A pesar de que los grandes medios de comunicación hayan eclipsado el 8M, las manifestaciones de los pensionistas y los altercados en Catalunya como las únicas movilizaciones en España, la realidad es que este mes ha sido uno de los períodos donde más gente se ha concentrado en la calle y más movilizaciones han habido.

Primeramente, la semana pasada, una de las importantes huelgas laborales que hubo fue la de los trabajadores del centro logístico de Madrid de Amazon, que pusieron a la multinacional contra las cuerdas. El jueves y el viernes, estos operarios provocaron retrasos en algunas rutas de reparto y otras directamente las suspendieron. El 98% de la plantilla secundó estos paros para manifestar su precariedad laboral y pusieron en jaque a una de las empresas más punteras a nivel mundial.

Posteriormente, y como ya viene siendo habitual desde el pasado 5 de septiembre, miles de vecinos de la localidad de Murcia se han manifestado durante estas últimas semanas en contra del muro que pretende dividir la ciudad en dos. 198 días llevan reuniéndose ciudadanos a favor del soterramiento de las vías ferroviarias de Murcia, que no se fían de las promesas del Ministerio de Fomento, que se comprometió hace unos meses a soterrar la entrada del AVE y los trenes comerciales. De hecho, la obra fue otorgada a ALDESA, en la que se incluía la construcción de un muro durante la obra, algo de lo que no están nada de acuerdo los murcianos.

Fomento se comprometió a soterrar la entrada del AVE, pero los vecinos no se fían

La Plataforma Pro Soterramiento, además de denunciar las malas condiciones de los pasos a nivel que unen ambas zonas, ha criticado la actitud de los policías con los vecinos. Las cargas policiales, las detenciones y las multas, que alcanzan los 40.000 euros, son continuas y acusan al Gobierno de que estas acciones pertenecen a una campaña de criminalización hacia estos vecinos que llevan 30 años exigiendo el soterramiento de las vías del tren a su paso por la ciudad. Durante este tiempo, reivindican que el pleno del Ayuntamiento ha aprobado una moción para dejar el AVE fuera de la ciudad mientras se ejecuta el soterramiento y que tanto la UE como la Fiscalía han declarado que es “prioritario” el soterramiento y que, además, han puesto en “duda” la legalidad de la obra del AVE en superficie.

Por último, y con respecto a la trifulca en un bar de Alsasua (Navarra) en octubre de 2016, donde varios jóvenes fueron acusados de terroristas por agredir a unos Guardias Civiles, durante estos días se ha estado celebrando “La vuelta a Navarra del pueblo de Alsasua”, que constaba de cinco etapas y ha estado organizado por diferentes asociaciones y colectivos. Con estos actos, se pretendía mostrar solidaridad con los jóvenes acusados y denunciar la situación que tanto familiares como amigos y por supuesto los procesados están sufriendo.

Del 16 al 27 del mes de abril, se celebrará el juicio en la Audiencia Nacional en los que la Fiscalía pide más de 375 días de cárcel. Por ello, los allegados a los encausados convocaron hace unos meses una manifestación el 14 de abril en Pamplona para protestar contra este “despropósito” y “demostrar” un compromiso con la “libertad, la justicia y los derechos humanos”.

El 14 de abril, manifestación en Pamplona en favor de los jóvenes acusados

Tres de los acusados llevan más de un año en la cárcel sin ser juzgados y otros cuatro están en libertad provisional con medidas cautelares, algo que desde Altsasuko Gurasoak ven desproporcionado. De hecho, varios euro parlamentarios han exigido la intervención de los estamentos europeos ante este quebrantamiento de las bases fundamentales del Estado de Derecho.  Por último, desde esta organización admiten que saben que van a jugar “un partido amañado, sin margen para la defensa”, pero llaman a la “voluntad” del pueblo de Navarra para poner entre la espada y la pared a la Audiencia Nacional en un caso donde consideran que los derechos se han pisoteado “impunemente”.

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