Muchos tenían la esperanza de que una nueva versión del personaje de Lara Croft pudiera suplir las deficiencias de los filmes protagonizados por Angelina Jolie a comienzos de este siglo. Se ha tardado muchos años, pero, por fin, llegó el resultado. ¿Qué ha pasado finalmente? ¿Cumple o no las expectativas? Vamos a averiguarlo.
El filme, basado en la popular serie de videojuegos Tomb Raider, cuenta la historia de Lara Croft, quien es la hija de un excéntrico aventurero que desapareció cuando ella era adolescente. Decidida a emprender su propio camino, decide tomar las riendas del imperio mundial de su padre, del mismo modo que niega la idea de que se ha ido para siempre. Con el deseo de cumplir la última misión de su progenitor, deja todo atrás para hallar el último paradero conocido de su padre: una legendaria tumba en algún lugar cerca de la costa de Japón.
Lo cierto es que, por el tráiler, se intuía una película bastante interesante y que podía ser superior a las de Angelina Jolie. Sin embargo, ha ocurrido todo lo contrario. Roar Uthaug ha debutado en el mundo de Hollywood y los blockbusters con su primer filme de peso, pero lo ha hecho sin tener las ideas claras. Su resultado es un producto comercial con unos efectos especiales muy mejorables y la mayor parte de su metraje se caracteriza por su aburrimiento absoluto.
Tomb Raider pierde demasiado tiempo en introducir al personaje y deja las escenas de acción para cuando el espectador ya ha desconectado y no quiere saber nada más del largometraje. Además, estas escenas de acción no son tan espectaculares como se podría haber pensado. Este nuevo reboot no está para nada a la altura de lo que se espera de una gran superproducción. Ni siquiera el talento de Alicia Vikander consigue salvarla.
Valoración: 2/5
Lo mejor: Alicia Vikander
Lo peor: Es muy aburrida y se espera muchísima más acción