Durante las elecciones autonómicas de Cataluña en el año 2015, Esquerra Republicana de Cataluña (ERC), Convergència Democrática de Cataluña (CDC) unieron sus candidaturas para hacer así una candidatura única, llamada Junts pel Sí con el objetivo de construir una mayoría suficientemente amplia en el Parlamento de Cataluña y así encarar un reto histórico; dejar de ser una Comunidad Autónoma y lograr independizarse plenamente de España.
Así, tras las elecciones, junto a la CUP, lograron la mayoría absoluta y así formar gobierno en el Parlament, y con dicha mayoría legitimar el proceso independentista.
Son varios los motivos que alegan al bloque independentista para querer la total independencia; consideran que el sistema de solidaridad entre CCAA ridiculiza el papel histórico de Cataluña. Destacan el recorte del Estatut y las constantes sentencias del Tribunal Constitucional, que ha bloqueado ya varias leyes aprobadas en Cataluña. La Constitución Española no integra a Cataluña como Nación Histórica. El sistema de financiamiento es injusto ya que afecta negativamente a aquellas comunidades autónomas, que financian a otras que aportan menos en términos de PIB. Al verse el Estado federal fallido, con la intención aumentar las competencias en la comunidad autónoma catalana muchas personas optaron por la opción secesionista.
El pasado 9 de junio, el Presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, anunció fecha para la celebración del referéndum independentista el cuál ya había prometido meses antes. Este se celebrará el próximo 1 de octubre.
Según una encuesta de GAD3 para la Vanguardia, el 71% de la población catalana estaría a favor de la celebración de un referéndum de independencia, independientemente de si se lleva a cabo unilateralmente o pactado con el Gobierno central.
Tras la aprobación de la “Llei del Referéndum” y de la “Llei de transitorietat jurídica” el Tribunal Constitucional no ha tardado en pronunciarse y las ha anulado, lo cuál ha provocado el rechazo y enfado de los nacionalistas catalanes, que aún así afirman que van a desobedecer y que el referéndum se va a celebrar.
¿Cómo impedir la celebración del referéndum?
Desde el Gobierno central del PP aseguran que el Referéndum no se va a celebrar, una de las posibilidades que más suenan es la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española:
"1. Si una Comunidad Autónoma no cumpliere las obligaciones que la Constitución u otras Leyes le impongan, o actuare de forma que atente gravemente al interés general de España, el Gobierno, previo requerimiento al Presidente de la Comunidad Autónoma y, en el caso de no ser atendido, con la aprobación por mayoría absoluta del Senado, podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas".
El 155 no es la única medida; el fiscal general del Estado ya ha ordenado a los máximos responsables de los Mossos d'Esquadra, Guardia Civil y Policía Nacional que impidan el referéndum, los cuáles ya están avanzando investigaciones sobre los preparativos del referéndum.
¿Cómo podría Cataluña independizarse?
Es importante aclarar que para que un territorio sea declarado independiente debe ser reconocido internacionalmente, por las Naciones Unidas. Esto no es palabrería, es Derecho Internacional Público. Otro elemento a destacar de dicha doctrina, es el Derecho a la autodeterminación al que tanto se defienden algunos independentistas, debe anotarse que este, es un derecho únicamente reconocido a aquellos territorios coloniales que a mediados de los años 60 no gozaban de autonomía e independencia. Hay que destacar que Cataluña jamás ha sido una colonia de España. Los independentistas catalanes defienden que su territorio ha sido una nación oprimida, lo cuál no les quita razón, aunque es importante distinguir entre colonia y territorio oprimido, es por eso que el derecho internacional no les acapara.
Mientras se legitime y se apruebe a Cataluña como Estado independiente no habrá problema; pero lo difícil está en encontrar soporte por parte de los demás países miembros de la ONU.
Una de las armas que tienen los independentistas catalanes para conseguir la independencia; además de buscar países aliados, está en que en el referéndum que se va a celebrar el próximo 1 de octubre vaya a votar más de la mitad de la población catalana y que más de la mitad de la población total voten afirmativamente a que Cataluña se consagre como país independiente y posteriormente presentar los resultados a las Naciones Unidas y que se le reconozca como Estado. Se necesita de la legitimación de las Naciones Unidas.
Auge nacionalista, ¿por qué?
Al fallar el intento de establecer un Estado federal en España, muchos partidarios del federalismo optaron por pasarse al nacionalismo secesionista catalán; además de la grave crisis económica por la que atravesó el país y de la que aún quedan secuelas.
Otro motivo y no por ello menos importante, es culpa del gobierno central al no atender las demandas de parte del pueblo catalán y dar la espalda a cientos de miles de catalanes; solo puede provocar que más gente se una a la causa. El conflicto perdurará y para nada será simple de resolver; si se le hubiera dado un encaje constitucional correspondiente a tiempo quizá ahora no habría dicho problema. Debe reconocerse desde el gobierno y las instituciones estatales que España es diversa y plurinacional, rica en sus diferentes culturas que ofrecen los distintos territorios, lo que hace de cada región, única y distinguible.
La última parte de la crítica va para los nacionalismos como término global, además de ser un sentimiento irracional que sirve para enaltecer un territorio por encima de otro; como bien demuestra la historia, el nacionalismo no ha hecho más que dividir y enfrentar a países y personas. Si algo bueno ha traído la globalización, si es que la ha traído, es que los países han dejado que las cuestiones nacionalistas dejen de ser prioritarias, priorizando otras que afectan más directamente a la vida de las personas.