Eran muy pocos los escépticos pero los podía haber. Era difícil pensar que alguien no considere a Leiva como el actual referente de la música nacional aunque era posible. Sin embargo, esas dudas ayer disiparon en la noche murciana. El Auditorio del Parque Fofó, llenó hasta la bandera, fue testigo de ello. De cómo los Monstruos de Leiva consiguen arrasar allá por donde y encantando por igual a jóvenes, mayores, hombres, mujeres, niños, casados, divorciados y enamorados. Sus letras, guitarreos roqueros de la Leiband, puesta en escena y sobre todo, por encima de todo, la personalidad, han conseguido instaurarse como el verdadero referente del rock patrio.
Un principio de concierto conciso y directo, con El Último Incendio ya dejaba claro que en la noche murciana se iba a respirar un verdadero ambiente musical. Y así fue con una perfecta mezcla entre canciones del último trabajo, Pólvora y Diciembre. La trilogía de álbumes en solitario del artista ha sido aplaudida por la crítica y público, con una constante evolución personal pasando de la ruptura de una relación a letras más rebeldes y desenfadadas. En muchas entrevistas ya ha adelantado que este podría ser el último disco con el actual estilo y que vendrá un cambio musical. Aunque eso ya será próximamente porque a "Monstruos" todavía le queda mucha vida por delante.
No faltaron temas históricos de Leiva que le han llevado a ser lo que es hoy. Hubo tiempo para que canciones de Pereza sonasen en el Parque Fofó tras un gran reclamo del público. Lady Madrid fue la encargada de cerrar las dos horas de música. Mientras que Todo y Estrella Polar tuvieron su momento. Sin embargo, la verdadera sorpresa de la noche fue escuchar, mucho tiempo después en directo, Aproximaciones porque, según contaba el artista, la tocaron en la prueba de sonido y creían que era momento de volver a disfrutarla. Además envió un caluroso saludo Rubén Pozo, su compañero de largas giras y noches interminables con Pereza.
