Crítica de "Pieles"
Foto: fotogramas.es

El cine es muy subjetivo. Hay películas que para algunos son obras maestras y, para otros, no son más que un cúmulo de despropósitos. Lo cierto es que ambas parten tienen razón y yerran al mismo tiempo. “Pieles” es un filme que está hecho para generar polémica. Su estética es impactante, a la par que arriesgada y, desde el primer minuto, deja claro que no quiere dejar indiferente a ninguno de sus espectadores.

La ópera prima de Eduardo Casanova cuenta con una premisa muy interesante: el miedo y el rechazo a lo desconocido pero, a la vez, lo genial que es ser diferente. No todas las historias que se presentan en la cinta cuentan con el mismo interés, pero su idea inicial se va diluyendo con situaciones disparatadas y que sacan absolutamente de contexto.

Su estética rosa y morada chirría y acaba resultando excesiva e innecesaria. Escenas como la protagonizada por Carmen Machi quieren quitar importancia al tema tan dramático que tratan, pero en ocasiones roza el ridículo. Que “Pieles” no tenga un género en concreto podría ser bastante positivo, pero intentar disfrazar lo trágico en una comedia dantesca con palabras malsonantes.

Pese a que la película pueda agradar o espantar al espectador, está claro que Eduardo Casanova ha arriesgado bastante, y es de aplaudir. Está claro que uno de los propósitos de “Pieles” es generar rechazo, que al público le parezca desagradable contemplar el rostro de Ana Polvorosa o de un irreconocible John Kortajarena.

Por tanto, los objetivos están más que cumplidos. Sin embargo, da la sensación de que se podría haber sacado mucho más partido a una historia que carece de conclusión y que se hace larga pese a durar 77 minutos.

Valoración: 1,5/5

Lo mejor: Un irreconocible Jon Kortajarena y una brillante Macarena Gómez.

Lo peor: Si el espectador no logra identificar con ella desde el principio, no la disfrutará.

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