“Piratas del Caribe: La maldición de la Perla Negra” (2003) fue toda una revolución en el cine de aventuras. La cinta, dirigida por Gore Verbinski era novedosa y muy atractiva. Sin embargo, la franquicia se fue desgastando en sus predecesoras entregas, hasta tal punto que la cuarta parte no convenció a casi nadie.
Contra todo pronóstico, la quinta entrega se ha convertido en la mejor secuela de la saga. Sus directores, Joachim Ronning y Espen Sandberg han sabido recuperar parte de su esencia que se echó mucho en falta en “Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas”, un filme bastante aburrido.
En la nueva aventura del Capitán Jack Sparrow, se recupera el espíritu gamberro y emocionante, logrando enganchar y emocionar en algunos puntos de su metraje al espectador. Se aprecia en muchas ocasiones que Jeff Nathanson tuvo de referente la primera entrega para escribir el guion.
Sin embargo, se nota en la película que el desgaste permanece, y que la saga de Piratas del Caribe debería acabar de una vez por todas. Pese a contar con unos buenos efectos especiales y una espectacular producción, el personaje interpretado por Johnny Depp cada vez funciona peor. Pasa de ser gracioso a resultar cargante en muchos momentos, llegándose a agradecer las escenas en las que no aparece. El problema es que han convertido a Jack Sparrow en una parodia de él mismo, siendo un personaje que ya no da más de sí.
Otro error es el de intentar suplir los personajes de Will (Orlando Bloom) y Elisabeth (Keira Knightley), con actores nuevos que son una repetición de todo lo que hemos visto antes.
Por otra parte, se agradece que sea la entrega más corta de la saga. Pese a durar 128 minutos, están muy lejos de los 170 de la interminable “Piratas del Caribe: En el Fin del Mundo” (2007). Se nota el esfuerzo de los directores por relanzar un producto que está agotado, pero lo cierto es que algo sigue oliendo a casposo.
Valoración: 3/5
Lo mejor: La emoción de las escenas protagonizadas por Javier Bardem
Lo peor: Las ganas de Disney por alargar una saga que no cuenta con más recursos y que va perdiendo oleadas de fans por cada travesía
