¿De dónde vino? ¿De dónde demonios salió Maluma?, MArlli su madre, LUis su padre y Manuela, su hermana. ¿Cuál es la razón por la que sus canciones acumulan millones de reproducciones?
El fenómeno Maluma va mucho más allá del propio cantante, la enorme controversia que generó el que posiblemente había constituido el mayor éxito de su carrera, que motivó una petición de Change.org iniciada en España tras un artículo publicado en Huffingtonpost por Yolanda Domínguez, en el que alertaba del contenido de la canción, se convirtió en una campaña de marketing perfecta que le ha salido redonda tanto a la productora como a la autora del artículo.
Change.org llegó a pedir la retirada del videoclip y de la canción, al considerarla como una creación musical con elevados componentes machistas que denigraban a la mujer, reduciendo sus valores a los meramente sexuales. En esto no hay lugar a la duda, la letra no deja resquicios para rebatir esa cuestión, pero analizando el tema con profundidad y rigor es justo decir que en el modelo de sociedad actual se juega más de lo que se puede pensar con una doble moral que a veces pasa desapercibida, y esto es quizás más grave que lo expresado en la canción.
En esencia Maluma incide en una realidad social que está en la calle, puesta en escena en el género urbano. Cuando se generó toda la polémica recalcó que él ni si quiera había escrito el tema, sino que lo había interpretado, pero que en todo caso (con un poso de verdad) existen numerosos tipos de violencia que son aceptados cotidianamente. Por un lado está la apertura de los medios hacia este tipo de canciones y por el otro el incontestable dato del tremendo éxito que tiene entre los jóvenes este giro producido en el reguetón, género musical surgido en Panamá y fruto de la fusión del reggae de Jamaica con el rap latino. Siempre con una figura icónica como la de Edgardo Franco ‘El General’ y su productor musical, Michael Ellis. Un género en cuyos inicios prevalecían los contenidos explícitamente provocadores sobre la violencia y el sexo, hasta que con el paso del tiempo sus letras fueron suavizándose hasta considerarse moralmente aceptables.
El trap
Maluma ha bebido de esta fuente pero fundamentalmente su descarada desvergüenza se cimienta en el Trap, un género musical urbano surgido en EEUU adjudicable a T.I. cuando en 2003 regresó al mercado con su segundo álbum, Trap Muzik. Por aquel entonces Tip reunía los conceptos de la delincuencia, las drogas, los camellos y la calle, bajo el denominador común del Trap. Aunque la verdadera expansión del movimiento llegó cuando Jeezy lanzó el vídeo-single de Trap Or Die bajo la producción de Shawty Redd. Por tanto el citado sonido es producto de la fusión entre Redd y Jeezy y sus letras producto de una realidad que estaba y está en la calle, que llegaba a todo aquel que pertenecía a ella tanto para bien como para mal.
Fueron varios los ‘reguetoneros’ de la vieja guardia los que se subieron al tren del trap, término que usan los estadounidenses para referirse al lugar donde venden drogas ilegales y género en el que se tocan sin ningún tipo de filtros una realidad social que existe y a la que quizás la doble moral da la espalda. El trap habla de calle, drogas, sexo y violencia, temas que no son muy diferentes a los que se tratan cada día en los telediarios y, que responden al reflejo del mundo en que vivimos.
Con intérpretes como Anuel AA (máximo exponente puertorriqueño del trap que cumple condena en la cárcel federal de Guaynabo por tenencia y tráfico ilegal de armas) el citado género ha entrado de lleno en el mundo latino, pero quizás con Maluma ha conseguido su mayor apogeo. Con él ha llegado el escándalo porque es uno de los actores principales del giro del reguetón hacia el trap, dos géneros urbanos con el rap como tronco común y, que se fusionaron para convertirlo en un híbrido mucho más comercial pero igualmente provocador.
El trap latino en este momento es una realidad abrumadora que ha constituido un ‘boom’ en el mercado. Se puede discutir sin duda el contenido de las letras pero el fenómeno musical es imparable. No le falta razón a Maluma cuando habla de la doble moral, al parcero colombiano se las trae al pairo lo que digan, es un provocador profesional con una campaña de marketing brutal que le está reportando un éxito sin precedentes en la red y el mundo de la música.
Maluma canta lo que se mueve cada día, no solo por las calles sino por las redes sociales, el narcisismo como moneda común, las adicciones, la violencia. Si ha decidido hacer la mezcla perfecta entre el marketing y la polémica para que le lluevan los dividendos, pero nadie lo baila y nadie lo escucha, la pregunta inmediata que surge de todo esto es: ¿Cómo demonios acumula millones de reproducciones?
Una realidad social cantada de forma muy cruda
Quizás es porque Maluma está cantando y contando una realidad, quizás es porque lo que escandaliza, lo que atrae del trap es la forma de contar las cosas, todo de forma muy cruda, muy provocadora, con un vacile constante y tocando una temática social con la que se convive a diario, el sexo, las drogas y el dinero. Se quiera o no este es un género musical en el que Maluma reina y que ya tiene respuesta femenina en la figura de las ‘reggeatoneras’ Luna Viper y La Sirena, que le dieron la vuelta al tema siendo ellas las que tienen a 5 nenes. Pero por encima de todo esto subyace la realidad social de un mundo al que por ejemplo el lenguaje de vestuario masculino ha hecho a Trump presidente y a su maniquí Melania primera dama, pero que en cambio crucifica al colombiano. Una realidad social preocupante sin duda, muy grave, sobre la que habría que reflexionar, pero quizás a la que prestemos más atención con Maluma, que tiene la desvergüenza de contarla y cantarla.
Un Maluma que ha encontrado su filón y se ríe del mundo, tan enfermo como él, como todos nosotros. Puro marketing, desvergüenza y tendencia, que tras su rotundo éxito en Venezuela con El Perdedor y Sin Contrato, regresó al top mundial con su sencillo Felices los 4, un tema escrito por el propio artista, Servando Primera, Mario Cáceres y Micky La Sensa. Canción producida por The Rude Boys, en la que sin pudor y con grandes dosis de sorna aborda el tema de la infidelidad. Un single que cuenta con 300 millones de vistas en YouTube y, casi dos millones de “Likes”. De hecho Maluma es el único artista latino con seis canciones en la lista de Youtube de los 50 vídeos más vistos a diario a nivel mundial. Chantaje que canta junto a Shakira acumula más de un billón de reproducciones, Vente 'Pa Ca' que canta junto a Ricky Martin más de 900 millones, mientras que Sin contrato ya sobrepasa los 700 millones.
El fenómeno es imparable, pero ¿De quién es la culpa? ¿De sus amigos Malandros? ¿De Maluma?...
